El Bar (Segunda y Última Parte)

 

Agapito aceptó el reto de buena gana - Haber... ¿la Rosario? Preguntó Agapito - Jajaja.. estalló de risa Alumbracion, no la Rosario lo dejará en bancarrota en menos de tres meses jajaja.. seguía riéndose - Sí, es cierto decía Elvis con desdén - los tres amigos tomaron un sorbo de cerveza al mismo tiempo, dejando los vasos sobre la barra y a continuación prosiguió Alumbracion: escucha Agapito, hace una semana estuvo aquí en el bar Rosario, tomándose algunos tragos y como ustedes saben ya el cuerpo alcoholizado la lengua se suelta y el cuerpo se afloja; quería indagar sobre la vida de ella y sus pretendientes, porque aquí como me vez también lo hago al psicólogo, le pregunté del ¿por que le quitaba todo el dinero a sus pretendientes? ellas movió los hombros hacía arriba e hizo los labios de esa manera que no le importara en absoluto, sólo me dijo que al menos ella lo hacía felices y no se podía quejar de eso, no se que tan buena seria en la cama, pero no lo quiero averiguar, porque sí ustedes no me han hecho quebrar el negocio, ella si lo hará; Elvis y Agapito dejaron pasar el último comentario de Alumbracion, y Agapito respondió: ¡Se escucha lógico! Dinero por una satisfacción inolvidable - Elvis se le quedó mirando de mala gana a Agapito y le respondió: olvidalo - bueno, haber entonces... ¿Marta? Preguntaba Agapito - esa si no te la recomiendo le decía Alumbracion preocupado a Elvis, tiene cinco hijos con diferentes hombres, una vez cometí adulterio con ella, confesaba Alumbracion - ¿¡le fuiste infiel a tú esposa!? Preguntaba los dos amigos con admiración - jejeje... Sí pero ya me confesé con el padre Cayetano, así es que estoy limpio de mí conciencia, además ustedes saben que nosotros somos hombres, y uno tiene sus aventuras más que por macho que por otra cosa, pero nunca dejamos de amar a nuestras esposas, a diferencia de ellas, que si lo hacen es porque ya no aman a sus esposos, aseguraba Alumbracion - menuda filosofía la que tienes, le decía Elvis - pero prosigue Alumbracion, le decía Agapito interesado en el asunto - bueno, sólo fue una noche, pero al día siguiente me salió muy caro, después de esa noche, al amanecer me dijo que sus hijos necesitaban zapatos, yo un poco apenado por lo que aconteció la noche anterior le dije que estaba bien, fuimos a la zapatería y ustedes saben que todo esta por la nubes, me refiero a los precios, les compré un par de tenis a cada uno, porque de esos eran lo que querían, pero mi sorpresa fue que cada par costaba $40.00 y esos eran los más baratos, pero no terminó allí, puesto que también Marta quería los suyos, que costaron $60.00 - ¿ósea que esa noche te costó $260.00? Preguntaba admirado Agapito - más impuestos, aseguraba Alumbracion avergonzado - ¿Y todavía te confesastes? Pero con esa penitencia ya estabas limpio de culpa, le decía Agapito, bueno creo que te hubiera salido más barato con la Rosario - Elvis se le quedó mirando fijamente a Agapito, como diciéndole "La que sigue" - jejeje.. bueno, Haber... ¿Matilda? - ella es un Ángel, aseguraba Elvis, debiéndose otro trago de cerveza - ¡por favor! Decía Alumbracion con ironía, sabes que aquí venía el último pretendiente de ella, un fulano que se hacía llamar Luis, él en sus borracheras me confesaba que a ella le gustaba el amor Tigre, y no lo dudé ni en un segundo ya que siempre aparecía con su rostro arañado, y me mostraba su espalda subiéndose la camisa, quedé tan traumado que por las noches dormía sobre mi cama boca abajo, pensaba que yo era el lacerado - Agapito se le quedó mirando Alumbracion muy molesto y le dijo: creo que pusiste este negocio porque eres un chismoso, te encanta meterte en la vida de todos - Alumbracion encogió sus hombros en señal que no le importaba lo que le decía su amigo Agapito - Elvis tomó otro trago de cerveza y diciendo: la que sigue.. - bueno, la verdad que las mujeres buenas de este barrio ya están felizmente casadas, pero esto no quiere decir que no tienes más opciones, puesto que mujeres son las que más hay en esta vida, tal vez no en este barrio, pero que las hay, las hay; Aseguraba Agapito - ¡Por supuesto! Respondía Alumbracion, porque no haces lo que dicen por allí, que vive tú vida sin andar buscando mujeres para toda la vida y la que vendrá, ¡vendrá! Decía Alumbracion - muy buen consejo, decía Elvis - ¡Y a propósito! ¿No se han dado cuenta que cambié el nombre de mi negocio? Preguntaba Alumbracion con énfasis y alegría - ambos amigos admirados, preguntaron a la misma vez: ¿Como se llama ahora? - Alumbracion carraspeo su garganta y con orgullo dijo: "Club Bar La Capilla" - ¡Esa es muy buena idea! decía Agapito con entusiasmo, ahora cuando quiera venir aquí a este Bar solo le tengo que decir a mi esposa: ¡voy para la Capilla!!! ella se pondrá muy feliz - menuda filosofía la tuya Alumbracion, decía Elvis - ¿Y por que has puesto letreros con corazones? Preguntaba Agapito - porque aquí se viene a beber por el desamor y el amor cuando hay que celebrar, y que más con los sentimientos del corazón, respondía Alumbracion - ya que dices eso, ¿por que diablos hay que representar el amor o desamor con el corazón?  ¿Por que no con el esófago o el hígado o también los pulmones o más bien con el cerebro? Preguntaba Agapito muy molesto - muy buen argumento, decía Elvis.... y así se fueron consumiendo las cervezas en el bar "La Capilla" hasta que se hizo noche, tratando de descifrar la gran incógnita: La Mujer...