El Ángel de la Muerte (Décima Primera y Última Parte)

 

Nicolás suspendido por los aires de esa dimensión del tiempo, recapacitaba por todo lo vivido y lo que acababa de acontecer con esos Ángeles celestiales, tristemente se daba cuenta una verdad absurda, recordaba un pasaje de la biblia en particular, cuando Jesús le dijo a Pedro: lo que atéis aquí en la tierra también quedará atado en el cielo y lo que desates aquí en la tierra también quedará desatado en el cielo. Pero Nicolás se daba cuenta que no era la potestad a una sola persona, lo que Jesús se refería en realidad era a todas las personas en general, alguien o algunas personas habían sacado del contexto lo que Jesús había dicho y había añadido con mala intención la figura de Pedro para que la iglesia se formara y predominara con poder y culto, así tener el control y la obediencia de aquellos que decidiera entrar a lo que le llamaban la iglesia de Dios, que hoy pululan en todo el mundo con el mismo propósito de siempre.
  El Ángel de la Muerte miraba todo su alrededor y rápidamente vio una de los miles de portales del tiempo que allí había, pero era una en particular, dentro de ella se miraba el desierto con un paraje rojizo, el Sol amarillento casi en el ocaso y las arenas color café profundo: tenía las alas extendidas pero las hizo hacía atrás de su enorme cuerpo para tomar impulso y dirigirse a ese portal en particular.
  El Ángel de la Muerte cayó sobre las arenas del desierto profundizando su caída con sus enormes pies que hizo temblar el desierto, caminaba como si buscara algo y divisó a lo lejos un hombre con túnica y sandalias, cubierto de píe a cabeza, el hombre en mención también divisó al Ángel de la

Muerte y paró de caminar observándolo a lo lejos; de inmediato las pupilas de los ojos de Nicolás se tornaron grises con una franja negra en forma de serpiente; Nicolás de inmediato se dirigió donde el hombre que estaba sólo, cuando estuvieron frente a frente, el tamaño de Nicolás era evidente con el hombre de la túnica que fue el primero en hablar: me vienes a ofrecer tú reino? Preguntaba - No tengo ningún Reino que ofrecerte Jesús, decía Nicolás - has vencido a los ángeles celestiales del portal del tiempo, eso te hace amo y señor de esos portales, le decía Jesús - No existen tales ángeles Jesús, todo esto a pasado por culpa de seres como tú, le decía Nicolás con evidente furia, te he estado observando por mucho tiempo como entras y sales de esos portales a través del tiempo, así que no te creo cuando dices que soy el señor de esos portales, porque son muchos los seres que lo utilizamos -  Pero ahora lo puedes impedir, le decía Jesús - No soy como ustedes, respondía Nicolás, que interfieren en la vida de los seres humanos - A Jesús se le dibujaba una sonrisa de ironía y respondía: todos fuimos seres humanos alguna vez, y lo de intervenir, creo que tu lo haces a la perfección -  No compares Jesús yo le doy lo que se merecen a todos esos perversos y no les hablo de cuentos para que lo tomen como verdaderos; con respecto de lo que somos ahora es lo que me a traído aquí, como seres humanos o los que fuimos seres humanos algun dia, muchos somos presa de nuestra propia mente humana, lo que nos imaginamos cuando somos personas se refleja exactamente en la vida espiritual, seguimos atados en la otra vida de nuestras propias mentiras, leyendas, historias y tabú, que son ustedes los que los alimentan para hacerse de sus reinos, que tan solo son espejismos para atraer espíritus y volver a tener poder,

dominio y prestigio, lo que alguna vez tuvieron o si nunca lo tuvieron lo pueden realizar después de muertos, exactamente lo que irás hacer tu en esta dimensión del tiempo; he destruido muchos de esos tabúes y mitos que los seres humanos han creado a voluntad propia o impuesto por seres como tu, y me doy cuenta que cuando desaparecen de esa dimensión espiritual también desaparecen en la mentes de los seres humanos en la vida terrenal. Todo esta escrito, decia Jesus con una sonrisa sincera - No creas que soy un idiota Jesus, has viajado por el pasado como por el futuro, en ambos tiempos has manipulado a personas ingenuas para este propósito que hoy realizaras, y se que hasta has ofrecido a unos pocos de ellos también una parte del botín para sus pecaminosos bajos instintos; muchas civilizaciones antiguas tenia razón en lo que afirmaban, que habían varios dioses y cada quien tenia sus preferidos, sus gustos y deseos, realizando fuerzas de poderes entre sí, pero hoy me doy cuenta que todo esto es creado por los mismos seres humanos de hoy y de siempre - Así como tu? preguntaba Jesús muy molesto - Si Jesús, mi mente creo lo que soy ahora, pero ahora sé en verdad quien es el verdadero Dios creador y no el que hemos creado nosotros mismos - Jesús se sentía satisfecho y seguro de las afirmaciones del Ángel de la Muerte, Y Ahora que harás? Preguntaba Jesús - Destruir otro mito, decía Nicolás levantando su enorme espada sobre la cabeza de Jesús, él miraba horrorizado y con la boca abierta lo que el Ángel de la Muerte estaba apunto de hacer...
   Los Siglos pasaron y Nicolás iba cambiando la mentes de las nuevas generaciones de seres humanos en forma indirecta, ya no era un Ángel de la Muerte, había creado lo que hoy se conoce como Karma, los actos que tu haces buenos o malos la misma vida te lo recompensa o te haces que lo pagues, te arrepientas por tus actos o no, es una manera de decirte que lo que haces con tus actos siempre tendra una reacción de la vida misma, buena o mala. Nicolás iba con un grupo de colegas que había  fraternizado con el mismo objetivo, todos iban en un trasporte colectivo viajando por los mundos paralelos con trajes elegantes, sentado y leyendo las ultimas noticias del futuro, hoy Nicolás era un cazador de mitos....