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Novato de la literatura y de la vida...

May 19, 2016

El Ángel de la Muerte (Novena Parte)

 
  Como aquel que olvida rápidamente una relación enfermiza, así Peter olvidó a su único hijo sin ninguna clase de remordimientos. Peter iba manejando su viejo y descolorido automóvil en la carretera asfaltada que cruzaba todo el desierto; iba acompañado con uno de sus amantes predilectos, hablaban de trivialidades y sus gustos carnales de lo cual  los hacían volar con sus gustos más atrevidos y desenfrenado. se detuvieron a un lado de la carretera, querían ver el ocaso, se bajaron ambos del automóvil y tomado de las manos miraban como esa hermosa estrella incandescente que nos da la vida terrenal se perdía en el horizonte, era una escena tan romántica y llena de paz, que Peter inclinó su cabeza en el hombro de su amante todavía tomados de sus manos cuando miraban el último destello del sol, pero de ese último destello donde el día desaparece y da comienzo a la oscuridad, salió de ella rápidamente otra luz, relativamente mas pequeña pero más incandescente, era rojiza, ambas parejas se quedaron perplejo al mirar tal espectáculo que se quedaron con sus bocas abiertas sin decir una palabra; no se definía por su enorme distancia pero rápidamente iba en dirección donde estaba la pareja, al acercarse lo suficiente para poder distinguir que era eso, se asustaron tanto que se abrazaron y  ambos se les doblaron las rodillas del miedo, empezaron a gritar, no podían creer lo que estaban presenciando en el desierto, miraban horrorizados un enorme ángel blandiendo una espada negra, su aspecto fiero no dejaba dudas cual eran sus verdaderas intenciones, ambas parejas miraban a ese enorme ángel como algo irreal, algo que no podía existir o si existía no era de este mundo.... Nicolas embistió a esos mortales decapitando los, sin piedad con su enorme espada, teniendo como testigo la soledad del desierto y la oscuridad de la noche; El Ángel de la Muerte miro como de esos cuerpos inertes salían de ellos sus pecaminosas almas, huyendo como ratas esquivando a su depredador; pero Nicolás ya estaba en la espera de sus espíritus para no dejar ni rastros de ellos; las almas perversas fueron succionadas por las arenas del desierto y Nicolás con su enorme espada giró todo su cuerpo en el aire abriendo un portal y entrando en el. El Ángel de la Muerte entró en una dimensión desconocida, al parecer era muy similar a la de la vida terrenal; era al parecer un bosque de noche, entre los árboles vio pasar un espíritu que deambulaba con ligereza con lámpara de gas queroseno en una de sus manos que hacía perturbar el sueño de algunos cuervos, el alma en pena gritaba: Hijo!! Donde estás? Lo repetía sin cesar,
desesperado y afligido por la pérdida de su vástago; Nicolás de inmediato se puso al paso de esa alma en pena y cuando el espíritu vio a Nicolás enfrente de él, le dijo: ando buscando a mi hijo amado - Al que dejasteis morir de frío en el bosque? Le preguntó Nicolás con un tono de menosprecio - de inmediato de su capucha se reflejaba unos par de puntos incandescente que al parecer eran sus ojos, mostrando sus afilados colmillos; Nicolás se dio cuenta que ya era un espectro, su espíritu se había desfigurado por tanta maldad e inconsciencia; Nicolás de inmediato alzó su enorme espada y la introdujo dentro de la capucha donde tenía su horrible rostro el espectro, dando alaridos salvajes lleno de repudio y dolor, el espectro se desvanecía dejando solamente el traje del hábito medieval, la lámpara cayó sobre el traje rompiéndose y prendiendo en llamas todo el traje hasta consumirla, no quedó ningún vestigio de aquella alma inservible.
  El Ángel de la Muerte alzó vuelo nuevamente en ese firmamento oscuro, abriendo otro portal.... iba a toda velocidad en los mundos paralelos del tiempo humano en busca de almas perversas cuando en el fondo de ese portal lo cegó un enorme destello, haciendo que Nicolás se quedará suspendido en el aire con sus enorme alas extendidas, desenfundo su enorme espada y tomó postura para luchar, no sabia exactamente lo que era pero de seguro no venía con buenas intenciones, poco a poco mientras más se iba acercando lo que Nicolás vio al fondo del portal iba apareciendo siluetas de seres alados algo similar a el y se dio cuenta cuando estaban bastante cerca de él, que eran un grupo de ángeles celestiales encabezado por un arcángel vestido con armadura, una espada de fuego y su cuerpo celestial resplandecía más que los otros ángeles, se sitúa enfrente de Nicolás, el Ángel de la Muerte y el arcángel Miguel se miraban mutuamente ambos con sus espada en posición de lucha, ninguno de los dos sentía miedo uno del otro....

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