La Comedia De Los Espíritus (Capítulo #8)

 Marcos estaba en su eterno descanso cuando se hizo de noche nuevamente, se despertó para ir a husmear en su nueva clase social.... bueno, seria espiritual, ya que hoy era un ilustre espíritu; aunque les había prometido a Bod, Tom y Adam que los iría a visitar con frecuencia porque nunca iba a olvidar de donde venia; el mismo cuento de los humanos. Los demás espíritus se burlaban de Marcos porque decían que tenía complejo de vampiro, duerme de día y se levanta de noche; la verdad que así se había quedado de su último trabajo que tuvo cuando era ser humano, trabajaba de noche y dormía de día, era imposible para él tomar de nuevo aquellos viejos hábitos.

 Ése mismo día por la noche salió de su letargo descanso... Ósea de su tumba, se dirigió a dar la vuelta, o más bien a reconocer el lugar.. bueno, para empezar a relacionarse con sus nuevos vecinos, ósea los lugareños ilustres ; detrás de un árbol frondoso vió un espíritu muy bien vestido, mocasines blanco con negro de charol, pantalón de mezclilla muy bien planchado con las líneas muy bien marcadas y alineadas; Marcos en esos momentos recordaba a su esposa cuando le planchaba sus pantalones, hasta tres líneas consecutivas desde abajo hasta lo alto; saco, camisa, corbata, reloj de pulsera enchapado de oro, sombrero de media copa, bastón y sus anteojos para poder ver mejor. Miraba detenidamente a Marcos, se acicalaba su bigote puntiagudo y lo saludó educadamente sacándose un poco su sombrero de su cabellera, así como hacen los caballeros; Marcos de su parte se le acercó al espíritu ilustre para saludarlo con un buen apretón de mano - Mucho gusto es un placer conocerlo, decía Marcos dándole su mano en señal de amistad - el gusto es mío joven, decía el espíritu ilustre estrechándose las manos; por cierto, como te llamas? - mi nombres es Marcos y tengo pocos dias en esta nueva realidad; y perdon, cual es su nombre? - mi nombre es Ruben joven - perdón, pero tuve la curiosidad de querer conocerlo, decía Marcos - o será desconfianza? decía con recelos Rubén - no señor, jamás pensé eso de usted, no me malinterprete, respondió Marcos con mucha vergüenza - no te preocupes joven, pero en la vida no hay que ser tan ingenuo, sin ofender joven, afirmaba Rubén - no se preocupe, entiendo su postura de desconfianza; pero tal vez quiso decir: en nuestra vida pasada? - en la pasada y en esta Marcos, afirmaba Rubén - pero disculpe mí curiosidad, pero a que se debe tanta desconfianza de su parte? Preguntaba Marcos - Rubén se incomodó mucho por la pregunta, esquivando su mirada y levantando su mentón  - perdón por ser tan impertinente señor, pero haga caso omiso a mí pregunta si lo deseas así, decía Marcos - No se preocupe Marcos, decía Rubén recuperando su postura anterior; lo cierto tengo mucho tiempo de no hablar sobre ese tema, y usted me inspira confianza; cuando yo estaba con vida sufrí mucho las embestidas de la pobreza, desde mis padres hasta todos mis hermanos, así que un día ya de adulto decidí que era tiempo de cambiar las cosas, esforzándome al máximo, muchos sacrificios y disoluciones en cada fracaso, que fueron muchos, riesgos que tenía que tomar en cada proyecto, hasta que alcance mí objetivo, ser millonario y no dejaré que nadie me arrebate lo que me costó tanto, así que día y noche cuido de mis posesiones y mis riquezas muy bien guardadas por mí, es lo que hice antes de morir, decía Rubén - pero lo que no entiendo es porque desconfía de los espíritus también, sí a nadie le sirve ahora el dinero, ni las riquezas y menos las posesiones, afirmaba Marcos - sin ofender mí estimado amigo, pero puedes favorecer a un ser querido que todavía está con vida, afirmaba Rubén - como?? Preguntaba Marcos con incredulidad - los espíritus hablan de más aún cuando hay algún médium de por medio - lo que me faltaba! hasta después de la muerte hay desconfianza, acaso no es aquí donde todo se acaba y nada más hace falta? Preguntaba Marcos muy irritado - sabés, pensando en esta charla tan amena; para ser sincero contigo, los primeros años fueron así, asustaba a las personas que se acercaba demasiado a mis riquezas o los que querían desenterrar el dinero y las joyas de mucho valor que he guardado en un lugar oculto; al principio lo hacía por avaricia, porque no quería que nadie disfrutara de lo que a mí me costó por años de tanto sacrificios, pero después vino lo insólito, asusto a las personas porque me encanta hacerlo; las caras de miedo que se reflejan en sus rostros son patéticos, algunos caen desmayado otros se paralizan por completo por el miedo; me río de todos ellos, unos piensan que somos demonios cuando les hace pequeñas travesuras, más aún cuando los despiertas a media noche con ruidos espeluznantes.... Vaya, pero tienes algo a tu favor, tienes buen sentido del humor, algo muy poco común entre los espíritus, afirmaba Marcos - no lo creas Marcos, es más común de lo que te imaginas; pero ya no perdamos tiempo en trivialidades y vamos a espantar Humanos!! Decía Rubén con mucha alegría.