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Novato de la literatura y de la vida...

March 1, 2014

La Encrucijada

 Ernesto se casó muy joven con el amor de su vida Matilda, procrearon dos hijos varones, Daniel que hoy ostenta 18 años de edad y Ramiro con sus 16 años, Ernesto creía que ya a sus 42 años estaba ya consumado su vida matrimonial y soñaba con su primer nieto, aunque sus dos hijos todavía eran solteros quería que se apresurara para ser él el abuelo cariñoso y comprensible, que tanto había anhelado; pero todo cambió cuando conoció a Marta en una fiesta con los compañeros del trabajo; Marta tenía 27 años de edad la misma edad de su esposa Matilda y ambas mujeres muy hermosas; invito a bailar a Marta y ella aceptó, lo que más le atrajo de Marta aparte de su belleza fue su manera de bailar y su sonrisa seductora que siempre la tenía a flor de piel; después de mucho baile Ernesto ya con unos tragos adentro, como era común entre los borrachos, se convierten en abusivos y atrevidos; le pidió a Marta si se podía sentar en su mesa, ella aceptó, Ernesto en un momento de debilidad... o más bien de atrevimiento, empezó a cortejar a Marta, a ella también le atraía Ernesto y se dejó cortejar, pero Marta muy sorprendida cuando vio que la iba en serio Ernesto con el don de conquistador; ella muy seria e incómoda le dijo que no se metía con hombres casados, como si a Marta le importara gran cosa meterse con hombres casados, pero tenía que calculando a Ernesto, osea, tenia que ver que tan atrevido era el borracho; él se quedó por unos segundos sin hablar y meditando la situación, le dijo lo primero que se le vino a su mente ebria: "Soy Soltero y sin compromiso" Marta no le creyó, pues de antemano sabía que Ernesto era un hombre casado, pero era eso lo que ella le encantaba y la seducía, los hombres casados.....
 Esa noche terminaron ambos en la cama, se amaron toda la noche hasta el cansancio. Ernesto se dijo que solo fue una aventura sin importancia, que su esposa no supo nada de lo sucedido pues tenía una buena coartada. Pasó una semana y a Ernesto le entró la desesperación por tener otro encuentro con Marta, ella le había dejado su número telefónico, él ya no pudo más y le llamó; Marta se le dibujó una sonrisa de sinvergüenza cuando miro el número telefónico de Ernesto, se dijo así misma: ya mordió en anzuelo. Así fue pasando los meses y ya le fue tomando cariño a Marta, pero lo más inverosímil fue que también nunca dejó de amar a su esposa Matilda, se la pasaba corriendo de casa en casa, porque cuando estaba con Marta le hacía falta Matilda y cuando estaba con Matilda le hacía falta Marta, Ernesto estaba como un loco.
Su esposa ya empezaba a sospechar de Ernesto, por aquel sexto sentido que poseen las mujeres; pero con el tiempo era más evidente la desesperación de Ernesto y bebía con mucha más frecuencia.
 Un día a solas con su hijo mayor ya que su esposa se había ido de compras, llamó a su hijo mayor ambos sentados en la sala, Ernesto pensó que su hijo sería su confidente al fin al cabo era un hombre también; Ernesto le dijo: te quiero confesar que tengo una amante, su hijo casi se va de espalda, pero quiero que sepas que no he dejado de amar a tú madre, te lo cuento para que vayas tomando experiencia porque es algo terrible que a nadie se lo deseo, amar a dos mujeres al mismo tiempo es como si vivieras un infierno aquí en la tierra
Cuando estoy con una quiero estar con la otra y viceversa, me entra una desesperacion horrible que algunas veces me refugio en el alcohol, su hijo le dijo: pero mi madre ya sospecha y como haces para no decir la verdad, el padre le dijo: ése es otro consejo mi hijo, aunque tú novia o esposa te vea con los calzoncillos abajo con otra mujer, jamás! pero jamás! Escucha bien, Jamás!!! Lo tienes que aceptar bajo ninguna circunstancia, porque si lo haces estás perdido, ellas te pueden decir que te lo perdonaría, pero eso es mentira, ellas jamás olvidan ni perdonan; a su hijo le dio mucha pena el sufrimiento de su padre y también la de su madre, pero él no podía ponerse a favor o en contra de ninguno de los dos, porque a ambos los amaba, su hijo se inclinó a su padre y le dijo en voz baja: pero como puedes sufrir así, si es el sueño de cualquier hombre es tener dos mujeres al mismo tiempo y acostarte con ellas cuando te dé la gana, Hay Hijo!!!! Le dijo su padre no sabes lo que hablas, no sabes el tormento al que estoy sometido hijo; si ellas fueran comprensibles y viviéramos los tres bajo el mismo techo, entonces fuera el paraíso hijo; su hijo se quedó con la boca abierto por lo que dijo su padre, y le respondió: con todo el respeto que usted se merece mi querido padre, pero me va a perdonar por lo que le voy a decir, eso es demasiada sinverguenzada......    
 Su suegra también ya sospechaba y le decía: Ay mi Yerno!! Por andar de calenturiento se quedará sin el plato y sin la comida... o mejor dicho: sin pito! Por su puesto que Ernesto se lo negaba, pero su suegra no era idiota, era una mujer de mucha experiencia, y lo seguía atormentado: Ay mi Yerno!!!! Que no sabe, que no se puede mamar dos tetas al mismo tiempo... lo van a castrar heeee.... Era suficiente para que Ernesto se fuera con la cola entre las patas, como cubriéndose las criadillas....
 Pues como dice el dicho: No hay nada oculto entre el cielo y la tierra... y así fue, todo salió a la luz, y como lo decía su suegra clarividente, tanto Marta y Matilda dejaron solo a Ernesto, por sus mentiras y descaro; Marta dejó a Ernesto, porque lo de ella era hombres casado y no solteros.... 
Llorando Ernesto por su soledad, y su hijo tuvo misericordia de él, se dijo que con la experiencia de su padre de esa doble vida, jamás se encontraría él en esa encrucijada...
 Su Padre escuchaba sin cesar aquella cumbia Colombiana tan de su época, y tan parecida a su tragedia....












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