Esta calle a vivido mucho y a visto de todo que sería justo que se llamara la Avenida de la amargura, o peor aún, la Avenida de la Muerte. Al Oeste llego al hospital donde va a toda hora fielmente una caravana de dolientes pobres o miserables, a ver si les dan algún alivio; a cinco cuadras en mi dirección contraria, me queda las cantinas, donde se bebe de día y de noche; donde la pianola, el fonógrafo, donde los gritos de los ebrios, el chocar de sus vasos y botellas de aguardiente, ensordecen los oídos de los transeúntes así como la conciencia de los consumidores, para que ya no mas piensen en la drama de sus vidas que allí se incuban.
Una cuadra mas abajo siempre en la misma dirección esta la penitenciaría, donde viven los criminales desvalidos, los que no tienen la llave dora de la Libertad!
Los Domingos desde muy temprano y durante el resto del día; la vida enlaza en esos tres antros, en vicio, el crimen y el dolor se funden en una trinidad fatídica. Desde la siete de la mañana comienzan a pasar, vienen bajando de las colinas del volcán; labriegos jóvenes y viejos, vienen a divertirse. Han trabajado toda la semana, curvando sus espalda sobre el suelo, sembrando, podando, arando y escarbando la tierra; para que el maíz, el frijol y el plátano colme nuestras mesas; para que las flores mas bellas adornen nuestros floreros; para que la leche y huevos nos nutran, para que la vida en todas sus dimensiones, descienda de allá arriba y vengan en nombre de la salud y alegría, a reavivar las fuerzas decaídas de los que penamos y pecamos en la ciudad.
Así es la vida de las familias del volcán, así se trabaja todas las semanas; Que cosa mas justa que bajar un domingo a departir, para divertirse. Un vaso tras otro, de pie o apenas sentándose en esos bancos sucios y miserables; beben aguardiente sin parar, se embriagan, se embrutecen y pierden el sentido; se vuelven hoscos, agresivos, pendencieros, sacan sus cuchillas y hieren; hieren al compañero, al camarada, a su amigo, a quien les enfrenten, a cualquiera! Maldita sea! todo el sudor de la semana trabajando, el afán, para esto? Entonces todo se desvanece: la memoria, la atención, el juicio, el sentimiento del Yo, el discernimiento del bien y del mal, es una locura! La última forma de la embriaguez que franquea el paso del hombre a la bestia, y de la bestia a la fiera.... maldito sea el dinero que va a parar a las gavetas de las cantinas!
Tan solo un andrajo somo como nación, paupérrima luchas de lo que era fuerza y valor.
- ¡Rateros!
- ¡Falseros!
- ¡Explotadores de mi luz! de mi anhelo, de mi buena fe y de mis esperanzas.
- ¿A cuantas odiosas mentiras serví? ¡sin quererlo yo!
- ¿Cuanto lucro y engaño con mi luz se amasó? todo porque fui humilde y simple.
- ¡Porque en todo les creí! con aquellos que me hablaban con sed de justicia e igualdad; lo mejor que me dio el destino lo manche yo, por mi ingenuidad, ¡Oh, Dios! porque siempre fui débil e inestable, y porque soy tal vez un pobre loco que enloquecí con el fervor....
Entre el Diablo y el Mundo hicieron de mí su Sol, en vez de luz, tinieblas, en vez de paz, dolor; mas yo no culpo a nadie de mis caídas, ni me inquieta un instantes mi justificación, si por necio o por débil nuestras vidas fracaso, y en mi jardín florece el mal y el error, inútil ya sería saber si he sido yo.
Culpable o la Víctima de una maquinación, ¡Que paradoja! Si el fruto está podrido, es que el gusano halló en el propicio ambiente para su corrupción.
¿Fue la obra de un demonio? o ¿El azar de algún dios? Da igual, no revive la flor que se marchitó... Ahora con los harapos de mi fe, lo que queda de mi valor y residuo de mi ilusión, he de alzar un castillo en el, como blasón, con un palo de escoba y hecho de un sucio jirón; ¡haré flamear al viento mi enfermo corazón! y en ese vil andrajo que será mi perdón, escribiré con sangre, menosprecio y rencor, este emblema del hombre que es su propio Dios: "Para Juzgarme, ¡nadie! para acusarme, solo yo".
Voy entusiasta a la noche de gala, donde lo inconcebible e inexplicable se puede dar a conocer en el Universo sin ningún tipo pudor, vergüenza y descaro; en aquellos años tardío después de la creación, una hueste de ángeles alados junto a mi, envuelto de velos y ahogados en lágrimas nos sentamos en el teatro del Universo, para ver un drama de temores, traiciones, fe y esperanzas; mientras la orquesta balbucea las injurias. Unos minutos pasaron y habían hecho la imagen del Dios alto, que no se parece en nada al verdadero y mucho menos en su semejanza; se asemeja mas a un gusano.... los ángeles alados y yo murmuramos en voz baja; en esos momentos iban revoloteando de un lado a otro unos simples títeres, que vienen y van al capricho de unas basta masas pasándole informes de lo que se iba proyectando en el escenario, tenían alas de Cóndor, el invisible dolor... el drama es apretado que no caerá en el olvido de seguro, con sus propios fantasmas creados, perseguidos sin cesar, con una turba que no los puede apresar, a través de un círculo que siempre gira en un mismo lugar, tanta locura! y el pecado lo transformaron como el horror de un alma de la intriga.
Pero venid al escenario! jamás se había visto algo igual en todo el universo; en medio del gesticulante tumulto, una forma grotesca se introduce, una cosa sanguinolenta que se debate entre el escenario, Se retuerce! Se retuerce! con admirable angustia sin que nadie dentro del escenario se de cuenta, ya sea por sus vendas en sus ojos o por su lealtad; los mimos son introducidos al escenario, y los serafines lloran al ver sus colmillos embebidos en sangre humana; Afuera! Afuera las luces! Afuera todos! y sobre cada sombra palpitante cae el telón, como una mortaja fúnebre, todo bajo el refugio de la tormenta; Mientras los ángeles y Yo, pálidos y excitados, nos ponemos de pie y quitándose nuestros velos, declaramos que la obra es la tragedia del hombre, y su héroe, el gusano vencedor.....
Camine en las vías de la ilusión, porque este es mi mundo o lo que solía ser; al pensar en mi pasado se me abre dos caminos ilusorios, uno me dice que ame esta vida, esperando que un día me llame la misericordia; el otro pensamiento me dice que es mejor olvidar todo. Quiero permanecer unos instantes mas en esta vida, para dejar un grato recuerdo en aquellos corazones piadosos y solidarios, que a pesar de mi apariencia de despojo y derrota, siempre despierto en ellos un sentimiento de lastima.. ¡lastima! ¡Si! ¡Lastima! jajajaja...
Mi único deseo es no ser un vagabundo, quiero ser un hombre exitoso, aunque sea por poco tiempo...
- ¿Serían ellos igual de solidarios?
- ¿Serían piadosos?
- ¿Tendrían ellos siempre una sonrisa y un saludos sincero para mi?
- ¿Me amarian de verdad?
- ¿Fueran leales a mi?
Ese deseo fuera mas que todo por curiosidad, porque si algo he aprendido de esta vida, es que nadie te perdona por ser una persona exitosa, porque esta vida para ellos es una competencia, y alcanzar una meta siempre estará otra esperando y así sucesivamente hasta terminar tus días, para saber que después de esta vida no te llevaras nada, todo quedará aquí, solo te llevarás tus actos buenos o malos, y muchas veces arrepentido por dejar a un lado las cosas que te hacen mas humano, mas con vida. Cuando yo les muestro mi miseria, mi derrota y mis despojos; ellos se convierten en piadosos, solidarios, altruistas y abren sus corazones porque sabes que eres indefenso, un derrotado y vulnerable; por eso es la razón de mi vivir ahora, quiero que las personas se conozcan su lado amoroso, bueno y misericordioso; y verán que no hay necesidad de Dios porque ellos tienen la capacidad de dar tanto amor como se pueda en este mundo....
- ¿Serán capaces de discernir?
- ¿Serán capaces de ser consciente de eso?
- ¿Serán capaces de sensibilizarse ante cualquier circunstancia?
- ¿Podrán darse cuenta que pueden ser mas humanos y menos bestia?
- ¿Podrán darse cuenta que muchas de las veces las cosas mas insignificantes son las que te hacen mejor persona?
- ¿Ya no se podrán sus horribles corazas para protegerse?
¡SOY EL VAGABUNDO DEL AMOR!
Los viajes es el complemento de la vida, como el que contempla una hermosa película de aventuras; disfrutando en cada esquina de un costumbrismo incrustado en la vida de los lugareños, sorprendiendonos con la grandeza de lo cotidiano. Nos dejamos enamorar por la luz única de cada lugar, mientras observamos palpitar la vida en cada rincón.
Me pregunto:
- ¿Cuántas oportunidades de ser feliz?
- ¿Cuántas oportunidades reinventarse a sí mismo?
- ¿Cuántas oportunidades de vivir una vida nueva?
- ¿Cuántas oportunidades de tener un trozo de cielo?
Llegó a la conclusion que en cada viaje hay oportunidades, me conforta el alma, me llena de alegría y nuevas esperanzas. Y lo mejor de toda esa alegría, es que la tenemos que compartir con algún otro ser... La única gente que me interesa es la que está loca:
- loca de vivir su vida
- loca por hablar de todas las cosas
- loca por salvarse a sí misma
- loca por las ganas de hacer todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde en sus espíritus como fábulas de luciérnagas que explotan al igual que cohetes entre las estrellas...
Porque el mundo es un libro, y los que no viajan leen sólo una página...