Me gusta el Sol, cuyo resplandor alumbras las almas, y sepulta a las tinieblas
Me gusta la mujer que tienen tantas semejanzas misteriosas, que muchas veces te preguntas cosas de ellas, que sólo ellas pueden responder
Me gusta las golondrinas, alegres y dispuestas a emigrar, goza de su cadena celestial
Me gusta el vino que alegra el corazón del hombre, y deleitarme con el aroma de las flores, en ese rocío madrigal
Me gusta las conclusiones de mi tío Frank, decía que Dios era perfecto, afirmaba que cuando Dios hizo la primera teta también hizo la primera mano, Dios hizo dos tetas y a la vez hizo las dos manos, concluía: ¡Dios Todopoderoso! ¿Quien entrará al paraíso sin amor?
Me gusta estar tirado sobre la arena del mar o el trigal, para ver las estrellas, verlas volar sobre la noche con el frío viento; campos de estrellas que los poetas afirman que son nuestros almas alumbrando la oscuridad.
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