Timoteo Pampa (Monólogo #14)

 

 Es increíble como las cosas cambian, hace poco presencié un ahorcamiento (si se puede llamar de esa forma) el fulano gritaba desde lo alto de un árbol con la soga al cuello: ¡En cualquier momento espero que se abra la caja de Pandora! Con esto no quiero decir que en mis tiempos mozos no habían locos suicidas, No! Lo insólito es quitarse la vida para averiguar que hay en el más allá; como si regresaría para contarnos. 

No sé, pero estos tiempos me esta sentando mal, la gente está más loca y los tiempos son más extraños; sólo un idiota pensaría que hay algo que demostrar en esta vida, y a muchos se les va la vida tratando de demostrar un no sé qué; y lo único que tenían que hacer, es vivir sus vida. 

Muchas gentes emigran de un lugar a otro (como siempre a sido en todos los tiempos) malechores con gente buenas, y motivaciones diversas. Llevo caminando 70 años en esta carretera de la vida accidentada; si la Biblia esta en lo correcto, el mundo explotará en cualquier momento; algunas cosas están demasiadas calientes para ser tocadas, no se puede ganar cuando tienes malas cartas.

En estos tiempos puedes hacer el mal a alguien sin tan siquiera saberlo. 

Estoy esperando el último tren, pero a la vez pienso que podría enamorarme, de la primera mujer que en mi camino se cruzara.

El Soldado

 

 Yo también luche por tres divinos ideales: ¡Por mí Dios, por mí patria y por mi mujer! 

 Hoy mí Dios ante mí su faz esconde, la patria me niega su ternura de madre amorosa, y mujer ante mí voz no responde. 

 Me rindo bajo el peso del destino, esquivo el combate, y lo rudo lo he puesto en la vereda del camino; resuelto a descansar sobre mi escudo. Quizá mañana con afán distinto, ajustare el casco y mis armas, e iré al combate diario; y diré: ¡Quién me ame, que me siga! Más déjame hoy, aunque la gloria pese, dormiré en paz con mi escudo roto, dejad que mí ruido dolor cese, que la brisa nocturna me bese, y el olvido me de su flor de loto.

Timoteo Pampa (Monólogo #13)

 

 No sé porque últimamente me siento tan nostálgico, tal vez le rendiré cuentas a Dios ya pronto? ¿Mi ciclo de vida estará ya por concluir? O ¿Despertaré una mañana y perderé mis recuerdos, mí memoria? Seré un viejo estorbo que nadie querrá; Cómo sea, se me vino el recuerdo de mi primer divorcio, aunque he tenido varios pero el primero es el más traumático, tal vez porque es el primerizo. 

Recuerdo que mi amada abuela (que en paz descanse) al verme sufrir por mi primer divorcio me decía: no se preocupe mí nieto, hay más culos que estrellas en el Universo, ya verá cuando introduzca su macho en otro fruto prohibido, se le olvidará de inmediato.  

Y tenía razón mí abuela, por eso siempre dije que mi abuela era una mujer sabía. 

Recuerdo ese día como si fue ayer, me quería morir, tirarme de un puente, ahorcarme del árbol más alto, o tirarme en los rieles de un tren. Pero pensaba en el dolor antes de morirme y me preguntaba ¿Valdrá la pena tanto dolor? Pensé que no! Suficiente con el dolor del corazón, y decidí hacer lo que me aconsejaba mí abuela, porque la familia te aconseja por tú propio bienestar, jamás te acosejaran mal. 

Mi macho probó otro fruto prohibido y eso fue todo para olvidar 🤷‍♂️ es como el alcohol, cuando tienes resaca por el alcohol, el alcohol es el mismo remedio 🤷‍♂️ No es que sea sinvergüenza, pero es la realidad; pero bueno, como lo dije al principio, he tenido muchos divorcios, pero como si vas formando un hábito o costumbre; tal vez no seré un ejemplo a seguir como esposo, pero es todo lo que hay 🤷‍♂️ recuerdo a mi amigo Emigdio, quedó espantado en su primer divorcio y dijo que no más! Por más que le aconsejé bien, sobre los frutos prohibido, él siguió inmutable como un roble.

Lo cierto que los matrimonios son complicados, y  más aún cuando hay hijos de por medio, no culpo a la juventud de ahora que prefieren mantenerse soltero toda la vida, no los culpo; las sociedades se a convertido tan complejas y competitiva, que es muy difícil sobrevivir a una persona soltera. Pero hay una luz de esperanza, un faro en medio de la oscuridad, un ejemplo a seguir; pero de eso hablaré en otra ocasión. 

El Yo Pecador

 

 - Yo Pecador: Mi voz fue un ático de acontecimientos líricos a tropel, palabras de vinagre y miel; mi espíritu sediento con mi carne mortal. 

- Yo Pecador: He gravitado con un alma sideral, con voz inexorable y cóncava. El prohibido fruto bíblico, y el fascinante giro en espiral.

- Mi Dios: ¡Yo Soy tú Dios, y tú mi ciervo! 

- Mi Dios: ¿Cuáles son tus pecados?

- Yo Pecador: El no poder amar fue mi pena más honda, el no poder besar con amor, fue mi mayor tormento. 

- Yo Pecador: ¡Oh, mi Dios,  dame tú mayor castigo! Pues soy de tús siervos, el que más te a ofendido. 

- Yo Pecador: ¡imploro tú perdón y el de toda la humanidad!

Afrodita

 

 ¡Tengo sed, sed ardiente! Me dijo ella ofreciéndome su néctar

Eso no me empalaga, le afirme a ella 

Luego una extraña y exótica fruta me ofreció, con sus cuidadosos dedos la exprimió, era clara como una estrella 

Su cuerpo de copa yo probé ¡Es tan dulce! Tanta miel yo probé

Hay días que tanto tú me alagas, ella me respondía 

Vi en sus ojos centellas

Por un pequeño valle perfumado yo pasé, llevándome hasta la vertiente de tú manantial 

¡Bebe! Me decía, y sus pechos ardían como fragua

Bebí, bebí, bebí, ¡Oh pureza! ¡Oh sensación divina! 

Gracias, gracias, gracias, me decía ella, uniendo su alma con la mía.