El Desaliento

 

  ¡Oh, alma mía! ¿Por qué empeñarse por ese Dios que no se deja ver? ¿Como has de allar a tú otra mitad? Mira esa estatua como calla y finge. 

 ¿Recobraras a tú otra alma muerta? ¡Ilusa alma mía! ¡Llama a otra puerta que en ésta nadie responde! Porque después de tantas sensaciones mi alma ya no es la misma, por eso hice un viaje astral. ¡Oh, Dios! ¿Por qué creaste un mundo de espantosos dolores y insensatos goces? Vi aquellas almas sumergidas en las bajas pasiones, atadas en la tierra. Vi aquel paraíso en lo alto que tenía hilos imperceptibles, son indestructibles, porque unen los profundos deseos, qué unen aquellas almas gozosas a la tierra 🌎 forzandolas a nuevas encarnaciones. 

¿Cuántas despedidas y reencuentros hay en aquellas almas? ¡Oh, Dios! ¿Por qué tanto dolor? Que en cada retorno erran una y otra vez, en un círculo vicioso interminable. 

¡Oh, alma mía! En esa estatua que calla no busques más! Dios no se deja ver. Busca tú alma muerta en este mundo, porque a de volver. 

La Cita

 

  Por los aires navega mí memoria, y todo viene a mí como fue antes; Oh, el tiempo! Para siempre detenido.

Monstruosamente se alza múltiples recuerdos, así como se alza el mar sobre los malecones, mordiendo los costados de la Tierra. Y tú, tuviste miedo, frío amor tuviste, pero hubo amor en nuestro corazones. Pero todo fue como un conjuro maldito, ahora vienes con aire fantasmal, sola y furiosa.

Ser de niebla, te sientas a mi lado, conversamos como hermanos. Luego te alejas flotando, como un susurro; silenciosa, fina pero fría; te alejas mencionando mí nombre con aire triste. 

Vete y déjame sólo, dejo morir lo que a muerto, lo que hemos dejado morir. Del otro lado de los sueños está ella, para siempre atardecer del mar. 

Un día extenderé los brazos y moriré en la sombra, sentir el tamaño del mundo en silencio; y navegar los ríos que nacen en tus sueños; me conformaría por cerrar bien mis ojos, y apagar las estrellas del Universo, para estar al otro lado de los sueños. 

Tanto Amor

 

  ¡Oh,Dios! ¿Dónde quieres que ponga tanto rencor engendrado en mí corazón? Todo lo siento, todo lo sufro; pero soy todavía aquel niño a quien hacen llorar, en cuanto mira un juguete delante de sus ojos, sonríe y se consuela; y las ávidas manos tiende hacia él, sin recordar la pena. 

Así Yo, ante el divino panorama mi filosofía, ante lo inexplicable de mí amor infinito; no siento el azote maligno de esa cruel y afilada mirada; ni escucho la sarcástica risa ¡Todo lo olvido mi Dios! Porque sólo soy corazón. 

Mis ojos asoman en la ventana de la vida, para ver pasar el inefable ensueño vestido de violeta. Y con la luz de la mañana, con mis ojos divinos (los ojos que Dios me dio) en la quieta limpieza de la fontana. 

Poema A Vanesa

 

  Para saciarme en el vino ¡Divino artífice! Ella, modelo de fina copa y senos que sorprendería a cualquier pupila humana. ¡Ah, mujer! Por ti existe la carne humana, hecha para el instinto del hombre; en ella está gravado mis más altos deseos, lubricos amores.

 ¡Bebe de ni copa y bésame! Al destino no temas, que el borde de mí copa rebose de gemas; cinceló oportuno estos versos divinos. El ritmo es el secreto de la existencia; ¡Vanesa! ¡Eres toda una mujer! Sólo ella puede encenderme así; a mitad de la noche sentí morirme, para mi sorpresa, ella nunca para; Oh, carne de mí carne, con ritmos secretos haces desvanecer mí alma.

 Vanesa: ¡Bebe de mi copa, bésame y alégrate! Mientras sobre la Tierra 🌎 haya labios de rosas y perfumes de vinos 🍷 

El Nuevo Deseo

  Mi nuevo deseo, en mi corazón de mi alejarse no podía, por ser nuevo, mayor era el vuelo; mis pies sobre el suelo, hubiera presumiendo que más alto volaría. Con el tiempo crecía, a su primera voz acudìa. Sus labios entre los Lirios le implorè, ser su novio, a su prometida. Ella pensativa, ciñò; mi corazón danzò más y más; luego ella sollozó, la bayoneta clavada en mi corazón.

¡No! Me aposté en aquel rincón, triste de ver el ocaso, no hay remedio para este hospital de desilusión.