Fueron cinco disparos que se escucharon altas horas de la noche, los vecinos que vivían dónde se produjo las detonaciones despertaron con el alma en un hilo, sentían como si a ellos mismos les habían disparado, se levantaron del perturbado sueño después de haber escuchado los chillidos de los neumáticos que salía a toda velocidad de su barrio, aunque sólo miraron las luces traseras del vehículo sin poder identificar color, modelo o marca del automóvil, ni mucho menos el número de matrícula; pero si vieron el otro vehículo que estaba haciendo el alto con las luces encendidas, pero el que lo conducía estaba recostado sobre el timón y el parabrisas estaba manchado con mucha sangre, los vecinos se alarmaron y de inmediato llamaron a la policía y una ambulancia
El oficial Diaz fue el primero en llegar a la escena del crimen, en sus doce años de carrera policial jamás había visto lo que estaba por presenciar.... lentamente se acercó con su patrulla policial donde estaba el vehículo en mención, cuando vio al conductor recostado sobre el timón y el parabrisas salpicado de sangre, no dudo en salir corriendo para darle auxilio al necesitado, sin dudas le habían disparado solo esperaba que siguiera con vida mientras llegaba la ambulancia; abrió la puerta del vehículo y le tomó el pulso aún lado del cuello pero no sintió pulso alguno, con sus manos le tomó la cabeza para girarlo, tal vez seguía respirando y poderlo identificar, pero cuando vio que no tenía rostro alguno se asustó y lo soltó, su cabeza echó para atrás y sólo mostraba una molienda de carne, cartílagos, huesos fracturados y mucha sangre, no tenía rostro alguno, ni ojos, ni nariz, nada que se pudiera reconocer; el oficial Díaz al ver como se habían ensañado con ése tipo se horrorizó, no podía más, salió corriendo del automóvil para alejarse de ése lugar, pero de inmediato se le doblaron las rodillas y con sus dos manos sobre el pavimento se puso a vomitar, eran algo tan horrendo que su estómago no lo pudo soportar.
Sonó el teléfono, Ulises estaba dormido, era un mal presagio pensó: pues nadie llamaría a tan altas horas si no es una mala noticia, Ulises levantó el auricular: diga!! contestó Ulises - soy el oficial Diaz, usted es el hermano del señor Felipe? - así es señor oficial, hay algún problema? - necesitamos que venga a la esquina de la avenida 52 y calle los cipreses de éste mismo barrio, es urgente - señor oficial le a pasado algo a mi hermano? preguntó Ulises muy alarmado - no le puedo dar mayor detalles por teléfono, necesito que venga inmediatamente. Ulises se vistió apresurado y salió directo a la dirección que él muy bien conocía; cuando llegó al lugar vio muchas patrullas con sus luces que destellaban en todas partes, habían cordones de listón amarillos que decía no pasar, muchos metros a la redonda dónde estaba el vehículo de su hermano que lo distinguió a lo lejos, Ulises se bajó de su vehículo y fue rápidamente dónde estaba los oficiales, lo primero que pensó fue que quizás su hermano había tenido un accidente automovilístico, el oficial Diaz vio que venia un sujeto a toda velocidad dónde estaban ellos y con cara de preocupación, le dijo a los otros oficiales: creo que el que viene es el hermano... El oficial Diaz lo saludo con la mano y le dijo: usted es Ulises el hermano de Felipe? - así es señor oficial, le pasó algo a mi hermano? - perdone que sea yo quien le de una mala noticia, su hermano a sido asesinado en esa esquina cuando hacia el alto. Ulises se llevó sus dos manos tomándose los cabellos, en esos instantes sentía que no estuviera allí, como si flotara por los aires y que todo estaba sucediendo en cámara lenta, cuando logró asimilar un poco la situación gritó en repetidas ocasiones: No, No, No!!!! El oficial trató de tranquilizarlo, aunque no sabía como se siente perder un hermano y menos bajo esas circunstancias, lo trató de comprenderlo; Ulises con lágrimas en los ojos y su voz que le temblaba por tal noticia, le preguntó al oficial: puedo ver a mi hermano? - el oficial Diaz hizo una mueca de negación primero y luego le dijo: será mejor que no lo vea, lo siento mucho pero por los impactos de las balas su rostro quedó desfigurado, es mejor que no lo vea así, será mejor que lo recuerde tal como era antes de esta noche, sólo queremos que nos colabore para darnos una muestra de saliva para corroborar el ADN, para estar 100% seguro que es él, es el procedimiento - capturaron al que le hizo esto a mi hermano? - las investigaciones apenas están comenzando, no tenemos testigos, los vecinos sólo escucharon las detonaciones del arma y un vehículo que se alejaba a toda velocidad pero iba muy lejos cuando los vecinos se percataron de los hechos, no hay identificación del sospechoso ni del otro vehículo. El oficial le dijo a Ulises que esperara allí, que iba por los instrumentos para tomarle la muestra de saliva y sería llevado a la delegación policial para interrogarlo, tal vez es le podría dar algunas pistas a la policía para comenzar con las investigaciones del caso; Ulises se quedó llorando amargamente por la muerte de su hermano, quería que atraparan al responsable y que se le hiciera justicia, pero en sus adentros pensaba con odio: esa maldita zorra....
Felipe estaba más confundido que nunca, su esposa Pamela había hecho meollo en los sentimientos nobles de Felipe, él creía que a pesar de todo amaba a su esposa, y ése amor que sentía por ella era posible que su esposa cambiara a una nueva persona que quizás nunca lo fue; Pamela después de culpar en parte a su marido por hacerle infiel, cuando se percató que Felipe no cedía cambio de táctica, aceptó que de ella fue toda la culpa y con lágrimas en sus ojos le pidió perdón a su marido, que perdonara el grave error que había cometido.
Pero con su hermano Ulises era otra cosa: te dije Felipe, que esperas más tiempo para casarte, a lo mejor hubieras descubierto lo que en verdad era Pamela, pero lo que no puedo aceptar es que vuelvas a convivir con ella de nuevo - Felipe confundido y con vergüenza ante su hermano menor, respondía: hay que saber perdonar los errores de otras personas - Ulises se le quedó mirando fijamente a su hermano mayor, nunca lo había visto tan idiota por una mujer... aclaremos dos cosas primero Felipe, la primera es que dejes de llamar error a una traición, porque ésos es lo que te a metido en tu mente ésa zorra, son dos conceptos diferentes, el error es cometido por ignorancia o sobrestimar las cosas, pero sin ninguna mala intención de hacer un daño a alguien, porque lo que hizo Pamela todo era premeditado y sabía muy bien que tú serías el más perjudicado; segundo, la puedes perdonar todo lo que quieras, pero de un perdón a querer convivir otra vez con ésa persona, es algo muy diferente porque para continuar una relación se necesita confianza, y no creo que después de todo esto le vuelvas a tener confianza; pero tu tienes la última palabra, solo recuerda que soy tu hermano de sangre, lo que tu hagas me afectara a mi también - Felipe bajó la cabeza ante su hermano menor, no le podía objetar nada ni defender a su esposa ante los insultos que le hacía Ulises, pues su honor como mujer estaba por el suelo por sus actos tan bajos, y lo peor de todo es que Ulises tenía toda la razón, como defender lo indefensible.
Pero a pesar todas las advertencias de su hermano y amistades, Felipe siguió con su matrimonio mal trecho, decidió darle una segunda oportunidad; pero a diferencia de las mujeres que siguen una relación con un marido mujeriego, aunque nunca se olvidan pero saben muy bien ocultar todo ese remordimiento, a diferencia de los hombre es totalmente diferente, el hombre podrá ocultar su frustración en corto tiempo, pero eso equivale a una bomba de tiempo.
Pasaron dos meses, pero Felipe desde el primer momento que tuvo relaciones sexuales con Pamela después de la infidelidad de su esposa, sentía como si le estuviera haciendo el amor a una prostituta, las primeras veces lo disimulaba bastante bien, pero con el correr de los días, sentía asco no más con dormir a su lado, la miraba con indiferencia y desconfianza, muchas veces se preguntaba así mismo: en que estaba pensando cuando le di una segunda oportunidad!!!! Felipe llegó a tal punto de su frustración que empezó a beber licor muy frecuente, y cuando estaba en estado de embriaguez, empezaba a gritarle a Pamela, insultándola como el ser mas despreciable y ruin que haya existido en toda la humanidad, tanto que Pamela se sentía el ser más diminuto de la faz de la tierra; después venían los golpes físicos de parte de su marido, que Pamela pasaba encerrada hasta tres días seguido en la casa para que no le vieran los moretones. Ulises se mantenía al margen de las peleas domésticas, eso no quería decir que aprobara lo que estaba haciendo su hermano, pero ya estaba harto que Felipe no le tomara sus consejos.
Un día de tanto maltrato psicológico y físico hacía Pamela, ella se vio nuevamente con su amante, ya que Carlos le insistía constantemente que regresará a sus antiguas andanzas, pero lo que vio Carlos fue tan impactante que tomó un gran odio contra Felipe, aunque Pamela le noto muy furioso pero Carlos lo único que le dijo es porque no lo denunciaba a la policía, Pamela con lágrimas en sus ojos y mirando un horizonte que para ella no existía, solo le contestó: Tal vez me lo merezco.
Pasaron los días y dentro de Carlos iba creciendo un odio desmedido contra Felipe, pero jamás le dijo algo a Pamela y mucho menos a su hermano Duglas; solo se decía así mismo, que tanto era la mujer de Felipe como la suya también, que la protegería hasta con su propia vida si fuera necesario, su odio era tan devastador que nuevamente le segó la razón.
Felipe iba en su automóvil altas horas de la noche, era fin de semana y el restaurante como era habitual cerraba ya muy tarde, entrando a su barrio pero todavía muy distante de su casa, hizo un alto que la señal de tránsito así lo exigía, y como de la nada otro automóvil hizo el mismo alto con brusquedad a la par de automóvil de Felipe, él iba con el vidrio de la puerta hacía bajo y curiosamente observó el otro automóvil con los vidrios hacía arriba, pero en esos instantes bajo uno de los vidrios que quedaba en dirección de Felipe, vio que se asomó un revólver de alto calibre apuntándole a él, no tuvo tiempo de nada, sólo vio la primera detonación del arma y la primera bala que se incrustó en su rostro.
Como era de esperar en éstas clases de traiciones, es muy notorio y elocuente la transformación que sufre la persona, en sus cosas habituales de su doble vida secreta; su esposo Felipe ya había notado el cambio repentino de su esposa Pamela, pero Felipe no se quiso alarmar ni hacerse prejuicios de su esposa, en cambio decidió vigilar a Pamela para salir de dudas, era la primera señal que ya no confiaba totalmente en su esposa.
Ambos estaban ese día en el restaurante como era habitual, Felipe notaba que su esposa estaba impaciente y nerviosa pero no le dijo nada, fue tanta la ansiedad de Pamela que le dijo a su esposo que iba ir al salón de belleza y no tardaría mucho, fue evidente que solo se lo notificó sin esperar ninguna clase de aprobación u objeción de parte de su esposo; tomó su automóvil y partió a un rumbo desconocido, pero detrás de ella iba su esposo con un carro de un empleado de confianza que ya habían acordado con anterioridad, Felipe iba detrás de su esposa a una distancia prudente para no despertar sospechas; efectivamente su esposa estaciono enfrente del salón de belleza y entró, pero algo le decía a Felipe que no se fuera todavía, que esperara un momento más, así fue, Felipe aguardaba en una distancia donde solo podía ver la silueta de su esposa, y con mucha desconfianza miraba que estaba hablando por su teléfono móvil con alguien, pero Felipe esperó un momento más; como en unos diez minutos salió su esposa del salón de belleza, pero pasó por alto dónde estaba su vehículo estacionado, un automóvil color negro con vidrios oscuro hizo el alto enfrente de Pamela, ella se subió al vehículo en mención aún rumbo desconocido, pero Felipe le iba pisando los talones, hasta que los vio entrar en un motel. Felipe esperó que su esposa y su amante saciaran su sed sexual, cuando vio que iban a salir en el automóvil donde iban ambos se les cruzó en el camino justo en la salida del motel, Carlos frenó bruscamente el vehículo y ambos vieron que era Felipe bajándose del otro automóvil ambos se pusieron muy nerviosos, pero no tenían a dónde ir ya que otro vehículo que iba de salida les obstruía una salida de reversa, a Pamela no le quedó de otra que salir del automóvil para ver si de alguna manera tranquilizaba a su esposo, pero cuando se le acercó Felipe la recibió con una bofetada en el rostro y le gritó: Puta!!! Carlos al ver que estaba agrediendo a Pamela salió del vehículo también para enfrentarse a Felipe, pero Pamela se interpuso entre su esposo y su amante, aunque los ánimos ya estaban caldeados y el encargado del motel amenazaba a ambos de llamar a la policía, más la ridícula escena que estaban haciendo en plena vía pública, a Felipe no le quedó de otra de irse sin que ambos se agredieran, no pasó más que de insultos y malas palabras entre ambos.
Pasaron dos largas semanas para Felipe, ya todo lo sabía su hermano menor Ulises, presionaba a su hermano Felipe para que se divorciara de Pamela, pero ella le llamaba constantemente a su esposo, al principio como otra cualquier persona descarada y sinvergüenza, culpaba a Felipe de lo que ella había hecho, poniendo uno y mil pretexto, pero todo era para que Felipe se sintiera parte de la culpa de sus sandeces, y poder entrar de nuevo bajo la protección de su esposo, porque ella sabía que su amante era un tipo que no le podía dar sus lujos y comodidades que ella necesitaba, era muy buen amante para Pamela, pero ahí terminaba todo.
Todas las personas que poseen parejas, la infidelidad en cualquiera de los dos le puede pasar sin aviso previo sin excepción, en estos casos lo que diferencia una persona a la otra, es lo que harás después que descubres que tu pareja te ha hecho infiel, es el único paso que realmente debe importar en la vida en esos momentos, pero mezclar los sentimientos con la razón es grave error que algunas personas la pagan con sus vidas.
Como suele pasar en muchos de los matrimonios, sus dos primeros años fueron de paz y mucho amor, aunque tenían dificultades en la toma de decisiones de Felipe y Pamela, pero ambos la afrontaba con madurez, si no cedía Pamela lo hacía Felipe o viceversa; a todo esto Ulises se mantenía al margen de los problemas habituales entre su hermano mayor y su cuñada Pamela, él sabía que era mejor no meterse en discusiones entre pareja, pero también sabía que ellos resolvían sus indiferencia de la mejor manera.
Al tercer año del matrimonio, hay muchas parejas que en verdad empiezan a tener serios problemas, el problema de todo es que se trata de dos personas, no solo de una para que todo siga con la normalidad posible. Pero Pamela sin saber ni ellas mismas, era de ésas personas que necesitan como un ingrediente más en su vida, algo peligroso y prohibido para darle un cierto sentido a su vida pecaminosa, ruin y miserable; al tercer año de matrimonio, la rutina y el bajo ritmo sexual, era uno de los detonantes para que le diera rienda suelta a sus bajos instintos; es en éste punto que muchos de los matrimonios terminan realmente mal, porque lo normal es buscar una solución o ayuda en su matrimonio cuando las cosas en verdad se esta poniendo fea o mal; pero algunas parejas optan y se comportan de forma egoísta, a la hora de querer resolver su estado anímico o como querer vivir una vida más plena y se olvidan completamente de su pareja; éste fue el caso de Pamela, sentía que le faltaba algo más a su vida, no quería hijos todavía, eso ya lo había hablado con su esposo Felipe antes de casarse, si no hasta después de cuatro años y Felipe aceptó.
Pamela conoció su amante en el mismo Restaurante de su esposo, no era un cliente habitual, pero lo suficiente para que Pamela se sintiera atraída físicamente por él, ya era un hombre maduro de mas de treinta años, pero no mayor de cuarenta; su nombre era Carlos, muy fornido y varonil, siempre se le miraba sólo o con su hermano menor llamado Duglas de la misma complexión que su hermano mayor. Pamela cuando no estaba su esposo Felipe no disimulaba la atracción que tenía con Carlos, él lo noto de inmediato, la mirada de Pamela y su coqueteo lo decía todo, aunque Carlos sabía que era una mujer casada no le importaba en absoluto, lo que no sabía Pamela era que Carlos era un ex- convicto, su récord criminal iba de asaltos a mano armada, desdé automóviles, joyas, droga y todo lo que él le pudiera dar dinero fácil, pero lo más peligroso como si eso no fuera suficiente era que sus dos ex- novias lo habían demandado hace un tiempo atrás por acoso, porque era un hombre extremadamente posesivo, era de ésos hombres que piensan que si la mujer que se acostaba con él, sino iba ser suya para siempre no iba ser de nadie mas; pero su hermano menor Duglas lo conocía bastante bien, era un secreto muy bien guardado, le aconsejó que se fuera lejos a otra ciudad para que su hermano ya no siguiera metiéndose más en problemas, fue así que fueron a parar donde vivían actualmente. La mesera anotó lo que iba a comer Carlos, pero cuando le iba a llevar el platillo de lo pedido, Pamela obligó a la mesera que ella se lo llevaría, llegó a la mesa dónde estaba Carlos y con mucho coqueteo le deseó buen provecho, le dejó el plato de comida con un papel pequeño doblado a la par del plato, Carlos con disimulo abrió el pequeño papel y estaba anotado un número telefónico con la siguiente frase: llama me... La mesera no le quitó la vista a ambos y se dio cuenta de lo sucedido, pero decidió callar, aunque le tenía un gran estima a su patrón Felipe, pero como en éstos casos de problemas entre parejas era mejor no meterse, solo pensó en sus adentros: está mujer es una verdadera bruja.
Los amantes siempre se llamaban y se veían a escondidas en algún motel fijado por los dos, para Pamela sentía que eso era lo que necesitaba en su vida, andar de escondidas y haciendo lo prohibido sentía como si le inyectaran adrenalina a su cuerpo, era como una droga que cada vez necesitaba de eso, algo así como el cleptómano que roba tan sólo para sentir esa subida de adrenalina, era eso lo que excitaba mucho a Pamela, en la cama o dónde fuera, hacía con Carlos lo que nunca hizo con su esposo Felipe; ella iba descubriendo poco a poco que era una mujer ardiente, con Carlos hacía todas sus fantasías sexuales que ni ella misma se imaginaba haberlo hecho algún día con su esposo, pero como suele pasar en ésas relaciones fortuitas, eran el alto riesgo que conlleva todo eso, no es otra que jugar con fuego.
La siguiente narrativa está basada en hechos reales, que como podrán descubrir poco a poco conllevo acciones violentas, de locura y muchos sentimientos encontrados para los involucrados y sus allegados; involucrándose la policía con sus investigaciones, pero son de ésos casos que jamás fueron resueltos, ya que todo lo sucedido estaba en manos de sus amistades más cercanas, quienes se rehusaban a delatar o traicionar esa gran amistad que los unían, haciendo un silencio sepulcral para todos. El único objetivo de éste revelador hecho, es para darnos cuenta como las decisiones equivocadas pueden terminar en tragedia; como es usual en estos casos los nombres reales han sido cambiado y se omite el país dónde fueron los hechos.
Felipe y Ulises eran hermanos muy unidos y sociables, todas sus amistades estaban muy orgullosos de ellos de ver como se cuidaban mutuamente y se querían; Felipe era el mayor con 27 años cumplidos y Ulises era el menor con 25 años, se habían quedado huérfano de padre y madre hace cinco años, en un accidente automovilístico donde sus padres fallecieron en el acto; fueron momentos muy duros para ambos hermanos como suele suceder, pero Felipe como el mayor de los hermanos tuvo la valentía de darle ánimos y hacerse cargo de su hermano menor, a pesar de todo el dolor que sentía por la pérdida de sus padres; no venían de una familia números, los pocos parientes que tenían residían en el extranjero y eran muy pocos allegados con ellos, así que no les quedó de otra que enfrentar la vida ellos solos; pero contaban con sus amistades que siempre le tenían mucho aprecio, por ser tan amigables y nunca se metía en problemas. Con esfuerzo de ellos y con el apoyo de sus amistades, montaron un restaurante en poco tiempo, ya que sus padres tuvieron la visión de dejarles un seguro de vida por si ellos faltaban algún día; el negocio prosperó a pasos agigantados, ya que ambos hermanos eran muy buenos cocineros y hacían unos cócteles realmente fabulosos; habían colocado el restaurante como a una hora de camino dónde residían ellos, en pleno centro de la ciudad, se encontraba en una esquina estratégica donde pasaban muchos transeúntes y contando con sus amistades no importando que tan lejos quedaba el restaurante para ir a comer y muchas veces festejar cumpleaños o cualquier otro evento social.
Fue así que ambos hermanos pagaban las cuotas de la universidad, sin interferir el horario de su próspero negocio, siempre se turnaban, quedando en el restaurante siempre uno de los hermanos; tenían seis empleados que siempre los trataban muy bien y sus salarios eran bastante aceptables comparado con otros negocios de la misma naturaleza, su visión no eran hacerse millonarios codiciosos, tan solo sobrevivir, pagarse sus carreras universitarias y vivir dignamente, y si también le podrían ayudar a sus empleados en eso, pues bien venido sea.
A los pocos meses Felipe conoció una compañera de estudio que ambos se cortejaban mutuamente, su nombre era Pamela, una hermosa trigueña con ojos avellanados color miel, cabello azabache y lacio muy largo, eran de esos amores que son fugaces que no esperan mas tiempo de lo debido para casarse y formar un hogar. Su noviazgo fue del agrado de todos y hasta de su hermano Ulises, pero cuando Felipe le dijo a su hermano que se querían casar, Ulises le respondía que se dieran un poco más de tiempo para conocerse mejor, tal vez seria muy prematuro hablar de matrimonio en esos momentos, aunque le agradaba Pamela como su cuñada, pero sería oportuno esperar; Pero Felipe siendo el hermano mayor no tomó el consejo de Ulises y fue así que se casaron a los diez meses de noviazgo.
El matrimonio de Felipe se realizó en todo lo alto, acomodaron el restaurante para tal ocasión y estaba repleto de sus amistades y conocidos clientes, no cabía dudas que ambos hacían una hermosa pareja, que hasta sus padres si estuvieran allí se sentirían orgullosos de su hijo Felipe; Ulises también estaba muy feliz por el matrimonio de su hermano, aunque no le había tomado su consejo, pero no se molesto dio por hecho que su hermano mayor sabía muy bien lo que hacía, tan solo rogaba que todo saliera bien en el nuevo hogar de su querido hermano mayor.