- Yo: Un constante recuerdo, un vago aroma de un sueño extinto, la ternura ya muerta, como la suave estela de un perfume. ¿Quedará algo de eso por el paso de mí vida?
- La Experiencia: algo menos que eso, la sombra de una lagrima.
- Yo: pues me siento efímero...Si! Efímero y fugaz. Como las nubes variables, como las hebras de humo que escalan hacia el cielo. Para estos sueños líricos, como las olas que ruedan sobre la playa que nunca he de mirar.
- La Experiencia: la vida y el tiempo ignora muchas cosas, mientras que la muerte no; así en la forma que creció ese sentimiento, durará menos tiempo de lo que creció, sólo un vago recuerdo, en algún azar de algún recuerdo. El alma es un árido desierto, siempre buscando un oasis para una nueva vegetación, que nace en la incertidumbre, un efímero pasto de lumbre.
- Yo: pues ya al final de mí tiempo, la vida se me hace más serena y resignada; al meditar que retornare a la nada, como la hebras del humo que asciende al cielo, y las olas que ruedan sobre el mar que desaparece en sus playas, que son de índole natural.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.