About Me: I was born in the most beautiful place in the Universe "Planet Earth" I love Literature in

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Novato de la literatura y de la vida...

May 27, 2017

El Purgatorio (Capítulo Final #7)

  Emilio caminaba pensando en ese lugar tan extraño, sentía como si iba caminando en el aire, algo tan surrealista como ese lugar; por fin aceptaba que estaba perdido en un limbo, atrapado entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos; después de conversar con el templario todo el panorama físico había cambiado en un cerrar y abrir de ojos, era de día y después de unos par de minutos volvía hacer de noche, era un ambiente intermitente a la inversa, pero Emilio seguía caminando como si nada de eso le importara, no tenía miedo ni tampoco se sentía con valentía, simplemente no le importaba nada. Era una hermosa planicie sobre la que caminaba al fondo de ella había una luz de fuego, entre más se iba acercando Emilio más claro estaba el panorama; al parecer había un volcán activo al final de la planicie donde se dirigía Emilio sin ningún tipo de interés;
cuando estuvo lo bastante cerca del final, emergió lo inesperado "La Madre Tierra" en el interior de su propio ser, incandescente, su rostro de mujer lo decía todo, Emilio no se inmutó; quedando al pie del final y enfrente de la madre tierra, ella dijo: tú no eres de aquí ser humano, regresa donde perteneces ahora - Si supiera como regresar lo haría, bella dama - no puedo hacer nada por tí, tan sólo les di la vida, tienes que seguir con tú propio desarrollo, que nada ni nadie se interponga con eso - ¿Que es este lugar? Bella dama - es un limbo creado por la mente humana, muchas de las almas están sujetas en este lugar; una fisura entre los dos mundos reales - ¿Es el Purgatorio? Preguntó Emilio - No, el Purgatorio por así decirlo, se cree erróneamente que es un lugar donde las almas purga sus pecados, aquí nadie purga nada; las almas están confundidas o presas por sus pensamientos humano, deseos, frustraciones y algunos que han tenido muertes violentas que no saben dónde están - pero lo que he visto aquí son almas buenas, que les a pasado algo horrible o han tenido sus defectos como cualquier ser humano, pero ¿que hay de las almas malas? preguntaba Emilio - Sus propias mentes humanas se encargan de desecharlos, un justo castigo por cierto - ¿Como así? Bella dama, preguntaba Emilio - Sus mentes llegan al punto de la inconsciencia, su irracionalidad con la que vivieron como humanos, como bestias o animales que nunca poseen un alma; son presa de sus inmundicia, sus pesadillas constante cuando tuvieron con vida son muestra de ello; aunque ninguno de esos seres despreciables lo admita, pero aquí se refleja sus torcidas mentes, sus pesadillas se convierten en realidad terminando por fin con sus asquerosas existencias, porque sólo los seres racionales y conscientes tienen almas y vida eterna; de los malévolos sólo queda un feo recuerdo lo que antes fueron - pero las almas que viven en confusión aquí, ¿nadie les puede ayudar? Preguntó Emilio - para que ellas sigan su propio camino hacia la transcendencia, deben liberarse de sus mentes humanas, sus apego hacia las cosas que dejaron atrás, sus obsesiones humanas, sus frustraciones por lo que no hicieron bien o dejaron de a hacer, por lo que amaron sin restricciones y están a la espera de ese ser querido - quiero ayudarles, afirmaba Emilio - La Madre Tierra miraba a Emilio midiendo sus palabras, tú no perteneces aquí, respondió - prometí servir, decía Emilio - pero debes entender que eso es en el mundo de los seres humanos; puedes ayudar a las almas que se encuentran aquí, pero día a día vendrán más, y aquella alma que ayudes la demás no sabrán que tienen que hacer porque​ cada una de ellas viven en su propio mundo que sus mentes han creado, servirás más en el mundo de los seres humanos - ahora Emilio estaba midiendo las palabras de la madre tierra, estaba de nuevo en una encrucijada, tal vez después de todo la madre tierra tenía razón; ¿que debo hacer para regresar? Preguntó Emilio con determinación - nada, ya no pienses más en este lugar, no sigas avanzando más, porque el movimiento genera el tiempo y las almas carece de tiempo, es en ​este punto que las almas alcanzan su propia evolución, afirmaba la madre tierra. Emilio se sentó sobre el suelo, doblando sus rodillas empezó a meditar en un estado de no mente pero a la vez en un estado conciente.
  Emilio despertó en su patrulla policial, aunque recordaba todo lo vivido ahora tenía sus propias dudas, sí sólo fue un sueño o no; miró que ya casi amanecía y su turno estaba por concluir, dió marcha al motor, metió velocidad y se fue a la estación de policía.... Entre los árboles estaba el alma de la niña observando la patrulla policial donde iba Emilio a toda velocidad...

May 24, 2017

El Purgatorio (Capítulo 6)

   Emilio sentía que no encajaba en ese pueblo fantasma, así que decidió salir de allí, pero a dónde iría? Era la pregunta que se hacía una y otra vez; no sabía dónde estaba, la única civilización sí se pudiera llamar de esa manera, que conocía era ese pueblo, después de eso no había nada más, pero era un riesgo que Emilio tenía que tomar si quería salir de ese lugar. Emilio estaba exactamente en el centro de ese pueblo, era una encrucijada que camino tomar, como en ocasiones pasa en la vida que tienes que tomar un camino al azar y conforme vas caminando el camino que elegiste, te vas dando cuenta si era el indicado o no; pero también en ocasiones cuando te das cuenta que no era el camino correcto, puedes regresar, en ocasiones no hay retorno tan sólo arrepentimiento, porque hay un precio que pagar; ese era el temor de Emilio, pero no teniendo más opción tomó el camino del Oeste. Sus pasos no eran seguros como cuando estaba activo en la policía, la soledad, confusión y lo inexplicable había hecho meollo en la perspectiva que tenía Emilio de la vida, sobre todo el servicio hacia los demás.
 Pensativo todavía Emilio sobre su nueva realidad no dejaba de inquietarse que sería de su futuro; sentía hambre y sed, recordando que hace muchas horas no había ingerido nada; cuando Emilio se dió cuenta que ya estaba afuera del pueblo, miró hacia atrás y no había nada, sólo desolación y Paz. Iba en busca de alimentos pero no había nada ni un solo insecto tan sólo vegetación, a lo lejos divisó unas palmas enanas, sabía que sus tallos eran un manjar cuando el hambre apremiaba; dirigiéndose allí noto el sol se iba ocultando por el horizonte, se apresuró a paso ligero para comer algo y hacer un refugio improvisado; llegando a las palmas arrancaba sus tallos con rapidez así mismo los ingería hasta saciarse; se dirigió más a lo profundo de la maleza para conseguir algo para cobijarse de la noche, caminando entre la espesa maleza miró un enorme castillo, alrededor unos murciélagos
grandes haciendo de centinelas, pensó en la leyenda del conde Drácula y se rió de sí mismo, sabía que todos esos monstruos era del mercado lucrativo de las películas de terror; se apresuró al castillo, tal vez allí había alguien que le pudiera ayudar o al menos dar refugio para esa noche; sobre el camino hacia el castillo ya estando un poco cerca, dentro de la oscuridad misma salió una figura de un guerrero medieval, como sí hubiera abierto un portal de la nada; Emilio sentía miedo y más aún sí era algo de lo desconocido, pero tomando valor siguió el paso hasta que estuvo lo bastante cerca de ese sujeto, se dió cuenta que era templario, su primera impresión fué que quizás alguien le estaba jugando una mala broma - detente allí, no sigas más, eres cristiano? Preguntó el templario - Emilio se impactó con esa pregunta, jamás le habían hecho una pregunta de esa naturaleza; Emilio se daba cuenta que ese guerrero irradiaba luz propia, algo visto por el en las películas de ciencia ficción - no soy cristiano, respondió Emilio - Eres musulmán? Preguntó el templario - tan poco, para ser sincero no soy de ninguna denominación religiosa, respondió Emilio - entonces eres hereje? Preguntó el templario muy disgustado - no soy hereje, digamos que soy un hombre espiritual, creo en Dios pero no pertenezco a ninguna religión, respondió Emilio - Que extraño, nadie puede creer en Dios sino perteneces a ninguna religión, pero dime: Cuál es tú nombre? - Emilio, y tú? - soy Gerard de Ridefort, del año de nuestro señor, pertenezco a la orden del temple; y dime para dónde te diriges? - para ser sincero Ridefort no tengo ni idea dónde voy, estoy perdido en este lugar tan extraño, respondió Emilio - sabes algo Emilio, aunque somos muy diferentes por lo de Dios y las religiones, pero tenemos​ algo en común, es que yo también no tengo idea dónde estoy, no se como vine a parar aquí, me siento como prisionero sin cadenas, prisionero sin estar en una mazmorra, condenado sin haberte juzgado; pero de algo estoy seguro, el peor defecto del ser humano es la traición, es tan decepcionante cuando pones toda tu confianza en alguien y cuando le das la espalda te la apuñala una y otra vez, como si desde siempre fuera tú peor enemigo; se los decía muchas veces que nuestros enemigos religiosos tenían que ser eliminados de la faz de la tierra, porque las futuras generaciones iban hacer sacrificadas, tanto inocentes muertos y seguiría de la misma forma si se les dejará vivir, porque miré su podredumbre en las cruzadas, no tienen piedad para nadie, se alimentan de sangre y llantos de inocentes, son como lobos, sus​ apetitos por asesinar son insaciables, su Dios sólo es una simple justificación para soltar el jinete apocalíptico de la guerra y la barbarie; pero aquellos por quien juré fidelidad y luchar por sus intereses religiosos se volvieron celosos de nuestra orden templaria, lo peor fue que iba tomando poder por su enorme reputación, "Poder" Ja! Algo imperdonable para aquellos que lo tienen y piensan que se lo están arrebatando, triste final... Emilio quedó pensativo de todo lo dicho por el templario, hoy estaba seguro que todos los que habitaban ese extraño lugar eran almas en penas, y dijo: es hora de partir Sir Ridefort, no perteneces aquí al igual que a mí, sólo nos vemos atrapado por algo inexplicable, cada quien hace su mejor esfuerzo por mejorar y proteger, aunque uno piense que no es suficiente pero has dado lo mejor de tí, que no muchas personas tienen el valor ni la convicción de hacerlo, aunque hemos cometido errores que algunas veces lo lamentamos, pero que más podemos hacer? Así es el ser humano, sólo nos queda seguir luchando e ir mejorando nuestra condición humana, honor para los hombres nobles!! Sir Ridefort soltó su enorme espada, cayendo sobre el suelo quedando tan sólo con su enorme escudo; quitándose su casco protector de su cabeza se podía apreciar un hombre maduro de cuarenta años, mirada indomable, expresión carente de miedo y temple de acero - adiós Emilio y buena suerte - decía Sir Ridefort con una sonrisa en su rostro, su aura se prendió como fuego y desapareció de ese lugar; Emilio le hacia la reverencia de rigor, como lo merecía un caballero de honor...

May 22, 2017

El Purgatorio (Capítulo 5)

  Emilio iba pensativo en ese trayecto inexplicable de las almas, el miedo desaparecía mientras él iba razonando lo acontecido en ese mundo tan extraño como la vida misma; pero se negaba a él mismo por lo que estaba a punto de concluir, porque la verdad era tan difícil de digerir. Pero antes de finalizar la calle donde iba caminando cabizbajo, en la última casa vió algo tan extraño que al mismo tiempo tan irreal, era un rostro de una mujer que asomaba por una de las ventas, no tenía el resto del cuerpo humano; ¿será por la oscuridad que allí reina? Se preguntaba así mismo Emilio; quiso regresar por donde venía, pero a la vez tomó valor y determinación, recordaba que era un oficial de la ley, el miedo era la parte menos recomendada para un policía, de hecho, si miraba algo inusual o algo sospechoso, era su obligación y su deber ir a indagar; fué por esa conclusión que fue directo a la vivienda; tocando la puerta principal en busca de explicación, o mejor dicho, ir a cerciorarse que todo estuviera bien en ese hogar; pero no obtenía respuesta alguna; puso su mano sobre el cerrojo y notó que estaba sin el seguro puesto, abrió la puerta principal muy
lentamente, no podía ver adentro de ella pues estaba muy oscuro, en esos momentos Emilio deseaba haber tenido su linterna de policía y su arma reglamentaria también, pero todo había desaparecido, así como su propia realidad también.. Emilio entró en la vivienda con mucha cautela, decía en voz baja: hay alguien aquí, sólo quiero ayudar, soy policía. Cuando pronunció la última palabra se escucharon unos sollozos al final del pasillo de la sala; Emilio se alarmó, pensó que quizás alguien estaba en peligro, se dirigió donde provenía esos lamentos, pero iba con pasos inseguros por la falta de luz, sólo tenía unos pocos destellos de luz, de lo que reflejaba las ventanas de la vivienda; era un lugar sucio, olía a mojó, se notaba que la casa tenía muchos años de no darle mantenimiento; pero como sea Emilio llegó al final del pasillo donde estaba una habitación, la puerta estaba cerrada pero no había dudas que allí adentro había alguien lamentándose; Emilio tocó la puerta con fuerza pensando que estaba en peligro la persona y no lo pensaría dos veces en derribar la puerta si fuera necesario - ¿Señora me escucha? Soy la policía, decía Emilio - ¡Señora! Exclamaba el alma​ desdichada; que no daría​ por ganarme ese calificativo; pero no quiero hablar con nadie ahora señor oficial - abra la puerta, sólo quiero saber si usted está bien y me iré de aquí, le prometo no volver a molestar- la puerta se abrió lentamente y Emilio estaba en la expectativa de lo que ocurría allí adentro, miró en el fondo de la habitación una joven no más de unos 19 años de edad, sentada en un sofá situado a la par de la única cama de la habitación - ¿puedo pasar? Preguntó Emilio con mucha precaución - pasé señor oficial, estoy sola y pienso morir de la misma manera - Y ¿donde está tú familia? Preguntó Emilio - ¿Familia? Sabes señor oficial, esa palabra me queda muy grande; sólo tenía una madre que se fue sin avisarme, pero antes de irse me destruyó mí futuro, mí vida y todo aquello que era mío me lo arrebató; señor oficial ¿hay una ley donde se condene por ser una mala madre? - púes todo depende, respondió Emilio - Sí, todo depende de la perspectiva de donde lo mires - pero dime: ¿Cual es tú nombre? - Melissa, odió mí nombre, de sólo pensarlo que mí madre me puso ese nombre lo aborrezco; sabes señor oficial, maldigo el día que me parió mi madre - Emilio que daba impactado del tremendo odió que tenía una hija con su propia madre, no era usual, algo pasó para llegar a tal punto de tanto odió, así que quería indagar más; pero dime ¿que paso contigo y tú madre? Tal vez hay un delito grave y te podría ayudar - ¿ayudar? Que importa ya, ella se fue, al final de todo me abandono, pero te lo diré: a mis 18 años de edad salí embarazada, fue una noche de copas, una trás otra; como quisiera retroceder el tiempo y volver a empezar de nuevo, decía Melissa con mucha frustración; cuando supe que estaba embarazada se lo dije a mí madre, ella como madre soltera tenía todo el derecho sobre mí, pero lo que nunca imaginé que cuando llegas a la edad adulta esa potestad también desaparece; ella me dió a elegir dos caminos, el primero era el aborto y el segundo que ir me de la casa; pero sabe algo señor oficial, puedes llegar a la edad adulta, pero eso no quiere decir que seas lo suficientemente maduro y capaz para enfrentar la vida tú sólo, eso lo saben muy bien los padres de familia, sólo ellos conocen bien a sus hijos - que elegiste? Preguntó Emilio con mucho interés - el aborto, cuando lo piensas y esas palabras salen de tu boca, no es comparable a los hechos que vas a cometer; me siento tan avergonzada que no quiero salir de esta casa, todas las personas del barrio saben de las cosas abominables que hice con mí pequeño niño; sabe señor oficial que siempre pienso en mí pequeño hijo, me pregunto todo los días: que hubiera sido de él sí viviera? Pero de algo estoy seguro, me hubiera llenado de alegría cada minuto de mí vida, cuidar a alguien que dependa de tí, eso es amor, más aún sí sabes que es una parte de tí; lo decía llorando era inconsolable esa alma desdichada - sabe algo señor oficial, hay malas decisiones que tomas y te marca para toda tú vida, por muchos factores que son influenciados, pero al final el resultado y el efecto es el mismo - Emilio no sabía que decir, todo era tan terrible, una cosa llevó a la otra; escucha Melissa, lo siento mucho pero tú madre y tu no han cometido delito alguno, el aborto es legal, están adentro de la ley - Cuando Melissa escuchó eso estalló en llantos, no podía creer en lo que había escuchado - Emilio se retiró de la vivienda, de la misma manera que entró, con cautela, le daba mucha lástima esa joven pero no podía hacer nada por ella; pero lo que no sabía Emilio era que esa alma desdichada vivió en un pueblo donde era un delito grave el aborto, pagaban con cárcel o hasta la muerte como cualquier otra asesinato para todas aquellas mujeres que se hicieran un aborto; lo de Melissa fue un aborto clandestino, donde la mortalidad de mujeres que se hacía un aborto eran muy altas, por la falta de higiene, profesionales de la salud y aparatos no adecuados; Melissa era una más de la jóvenes que habían muerto al practicarse un aborto, y esa casa operaba como clínica clandestina abortiva.

May 18, 2017

El Purgatorio (Capítulo 4)

  Emilio seguía su camino hacia el pueblo que había divisado a lo lejos antes de encontrarse con ese ser mitológico; había dejado atrás esa gran lucha a muerte entre el espíritu guerrero y el Minotauro, después de darse cuenta de la triste realidad de todas aquellas almas suspendidas por sus propias mentes humanas; después de analizar todo lo dicho por el hombre carnero, estaba claro que tanto la vida terrenal y espiritual puedes ser presa de las muchas realidades de la forma en que tú la enfoques o sean inducida, ósea influir a una o varias personas para que realicen una acción o piensen del modo que se desea. Pero de algo estaba muy seguro Emilio, en esa dimensión tan extraña hasta tus propios demonios se hacían realidad, era cierto lo que le había dicho el hombre carnero: Si fueras una mala persona ya te hubiera hecho daño.
  Emilio ya estaba bastante cerca de ese pueblo que a toda luces era bastante remoto, no le gustaba lo que miraba allí; al fin entró por la calle principal del pueblo o villa como se le conoce en las áreas rurales; Emilio caminaba con cautela y mucha precaución, no le gustaba que todo estaba desolado, algunas de sus calles estaban sin reparar, polvorientas y sin dudas lodosas cuando era tiempo de lluvias; al caminar por esas calles desoladas y ver las viviendas en la misma situación, se daba cuenta con mucho desánimo mientras transcurría el tiempo que era un pueblo fantasma; Emilio tenía la esperanza de encontrar habitantes en ese lugar para que algún lugareño le dijera exactamente dónde se encontraba, tal vez con la esperanza que alguien le mostrara el camino de regreso a casa; pero ahora todo era desánimo sin saber que hacer con su vida; escuchó lo que era para él un vehículo motorizado, de inmediato surgió la esperanza, corrió lo más que pudo dónde provenía ese sonido, cruzó una de las esquinas y divisó a lo lejos un autobús escolar, venía en su dirección, alzando sus dos manos, le hacia señas de alto a quien fuera que lo estuviera conduciendo, se puso en medio de la calle y gritaba con desesperación, como dando entender que era una situación de vida o muerte; a unos pocos metros el autobús escolar frenaba lentamente enfrente de Emilio, él sin pensarlo dos veces cuando el vehículo por fin dió el alto fue a la puerta principal para hablar con el conductor, las puertas del autobús se abrieron enfrente de Emilio, para él era las puertas del cielo, una luz de esperanza brillaban en los ojos de Emilio, miró al conductor con una sonrisa sincera en sus labios, un hombre de unos cincuenta años, cabello canoso y par de anteojos para ver mejor - ¿Anda perdido buen hombre? Preguntó el conductor - Sí, no se donde me encuentro, respondió Emilio - Suba, lo llevaré a un lugar seguro, le decía el conductor - Emilio subió al autobús y se percató que llevaba pasajeros, eran niños disfrazados de Halloween; el conductor se fijaba en la cara de admiración que tenía Emilio, él le dijo: son niños que van para la escuela, hoy las profesoras le celebrarán el día de Halloween, pero tomé asiento voy tarde, ya pronto será la hora en que comience las clases; Emilio se sentó en los asientos de enfrente del conductor, le dijo: gracias, mi nombre es Emilio, soy policía - el conductor lo miró y puso en marcha el
autobús, vaya pero su pongo que es su día libre oficial, jamás lo había visto por aquí - de eso hablo, estoy extraviado, nose donde me encuentro, tal vez  usted me podría decir - a mí edad Emilio ni recuerdo que ropa me puse ayer, lo decía riéndose, pero me gusta aquí es muy tranquilo y lo mejor hago el trabajo que más me gusta, no todos tenemos el trabajo que nos gusta, ¿o no? - tiene mucha razón, yo también tengo el trabajo que más me gusta, ser un oficial de la policía, lo decía Emilio con mucho orgullo - eso es una buena razón por el que vivir, en lo personal me encanta los niños, son traviesos pero son únicos en su inocencia, siempre quise tener hijos pero la vida, o mejor dicho, las mujeres me lo negaron, lo decía riéndose a boca llena - Emilio también se reía con él, era reconfortante encontrarse con una persona tan agradable; miraba hacia atrás del autobús y observaba que los niños estaban inmutables; ¿que les pasa a los niños, los veo muy callados? Preguntó Emilio - El conductor miró por el espejo que daba su reflejo al fondo del autobús; no se preocupe señor oficial, están guardando energía para fiesta de Halloween, no siempre son así - ya veo, ¿cuanto años tiene de chófer escolar? Preguntó Emilio - treinta años, decía el conductor con orgullo - vaya, a eso le llamo amar su trabajo - así es señor oficial, como verá no tuve necesidad de traer hijos al mundo, tengo muchos, cuando crecen se van, pero siempre tengo muchos más que viene, es mejor que ser un padre de familia porque cuando crecen los hijos se van de la casa y te quedas sólo, pero yo no, jamás me he quedado sólo, siempre tengo niños y nunca me siento sólo; lo decía siempre con una bella sonrisa en sus labios - ahora comprendo porque le gusta tanto su trabajo, decía Emilio - lo amo, sin mi trabajo de chofer escolar no soy nada. En una de las esquinas se detuvo el autobús escolar - puede bajarse aquí, al final de esta calle hay personas que lo pueden ayudar buen hombre, decía el conductor - gracias, estoy muy agradecido por su hospitalidad, decía Emilio bajándose del autobús; a propósito, ¿cuál es su nombre? Preguntó Emilio - Chris, decía el conductor con su sonrisa sincera - buena suerte Chris, le decía Emilio desde afuera del autobús y gracias; Chris cerró las puertas del autobús y se puso en marcha de nuevo, Emilio se olvidó despedirse de los niños, así que lo hizo desde afuera, alzando su mano con un adiós mientras el autobús escolar iba en marcha, pero su sorpresa fue que desde la ventana del autobús no miró ningún niño, el autobús iba sin pasajeros; Emilio se le congeló la sangre al imaginarse en lo que pasaba allí, miró el autobús escolar alejándose sólo con su conductor, después desaparecido ante sus ojos.


El Monólogo de Eva

  Que yo fui creada en base a un hombre? Acaso la vida humana no proviene de una mujer? Será nuestro Dios justo con la mujer? O Acaso es una historia mal intencionada de los hombres? Para un claro sometimiento? O lo peor, adueñarse del ser que les da la vida? - desde que el mundo es mundo y los seres humanos son lo que siempre son, han hecho un gran esfuerzo sobre humano a través de la historia con sus innumerables mitologías, que prevalezca su nefasto género por encima de nosotras. Tal Vez por no tener su fuerza física? Seremos en verdad lo que ellos llaman " El Sexo Débil"? Acaso necesitamos su fuerza para conseguir lo que merecemos por ley natural? Pero lo inaceptable es que se nos acusa que es por nosotras que el pecado entra en el hombre; entonces, quien es el sexo débil? - La ignorancia puede tener perdón, pero no así la cobardía, menos si proviene de un hombre de verdad; porque eso es el sueño de toda madre cuando está en gestación esperando un varón, que se desarrolle, se haga un hombre de verdad y no un cobarde, porque esa es la peor vergüenza de una madre, traer cobardes al mundo; Adán no fue más que un vil cobarde, que es el padre de los hombres he aquí su descendencia; Que no logran entender a una mujer? Entonces, quién es el sexo débil? Que agradable es parir un hijo que se a convertido en un hombre: valiente, con honor y fiable a su palabra; Acaso no sería el hombre perfecto? Pero Adán? No es más que la vergüenza de su propio género, tanto así que pululan hoy en día en muchos pueblos del mundo. La seducción proviene de la mujer sin duda alguna y de sus propios demonios provienen sus pecados... Ah Sí!! Tienen que culpar a alguien los necios y cobardes, entonces culpen al diablo.