Somos Fantasmas

  

Todas las campanas repican, el que esta dormido siempre despertara ¡Oh! ¿Que será? No se puede pedir una prueba de algo que es tan palpable y verdadero; el único gesto es creer o no. Es lo que jura el profeta y canta el poeta, que algunas veces cuando eres consciente te susurra al oído sin darte cuenta que eres tú mismo y lo demás es tan sola una ilusión; aquella ilusión donde todos los signos y símbolos se consagran.

 ¡Oh! ¿Que será? ¿Que será? Que nunca hubo ningún aviso ni permiso; que cantan los poetas más delirantes, y juran los profetas emborrachados. Y todos los caminos se dirigen al mismo Padre. 

¿Quien te a dicho Alma mía que has nacido? - No ves que cada día expira, y esa es una verdad - ¿De donde desciende lo vivo? - ¿Al caso no es del Alma? - ¿O seremos tan sólo fantasmas? - Fantasmas entre ciegos pensamientos y adoraciones inciertas; con cuerpos violentos trayendo almas muertas. 

¿Nacer para obtener mayor gloria? ¡Pero algunas almas ya nacieron muertas! - ¿Para que tener voz y mente? - ¡Oh, piadoso error del cielo! - ¿Cuál es el fin Señores de los Cielos? - Dar a las almas cuerpos violentos y después despojarlos de ellos, para así evitar las muertes de las almas.

¿Quien podrá ver las almas si son tan sólo fantasmas? - porque la muerte no tiene concepto ni decencia, y no tiene la certeza de nada ni mucho menos tiene censura.

¡Son Fantasmas! ¡Somos Fantasmas! Escucho tres veces la puerta tocar.

El Poema De Odiseo

  Porque era válido buscar el amor en alta mar, detuvimos el barco en el ocaso, llamado por los cantares, la isla abierta aguardaba nuestra llegada, su vaivén entre la bruma. El Sol deshecho del día atravesado por las hermosas melodías; como quién alimenta el esplendor de una tempestad oculta. Casa viviente de la isla ¡Sirenas fantásticas! Esperando su alimento de frutos silvestres sus navegantes. El tiempo detiene las velas y llegue náufrago a sus brazos, solemne pasar del tiempo, haremos el amor con los peces femeninos.

¡Circe, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos, más no me hice amarar al mástil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto a perderme. En medio Del Mar silencioso estaba la pradera fatal.

¡Circe, noble diosa de los hermosos cabellos! Mi destino es cruel. Como estaba resuelto a perderme, las sirenas cantaron para mí una y otra vez, nada puedes hacer cuando te derriba el último sueño....

Poema A Pajarito

  

Allá en el bosque, de la tierra de nunca jamás, un pajarito que vive libremente entre la espesura; no es seducido por la trinidad Inculcada, ni ostenta pluma de varios colores.

Volando entre las ramas hacia el arroyo, sólo su amada libertad procura; porque el pajarito no puede vivir en jaula oscura, ni llevar un grillete imaginario en su patita.

Entrando al bosque, los Infames aprisionarle quieren, y el pajarito infeliz se agita ¡Oh, Si! Yo quiero ser el pajarito, que a mí también la esclavitud me hiere, mi paz se turba y mi ilusión se marchita.

¡Oh, Malditos Canallas!  ¿Quieren imponerle sus altares, sus ritos y dioses a pajarito? ¿Inculcando que pajarito es un mundano? O ¿Inculcarle que es el honor y la gloria, para que derrame su sangre por ustedes?

¡Dejad el bosque y sus criaturas, no lo contaminen! ¡Malditos Infames! 

¡Volad de prisa pajarito! Entre los mansos arroyos, entre las flores perfumadas, entre las llanuras serenas, entre los verdes pasto y árboles frutales.

¡Malditos Infames, te llevasteis a pajarito! Quien hizo su nido en un hueco de un árbol, quien amanecía con música en su pecho, como si el árbol tuviera un corazón musical; el dulce pajarito entre el hueco se asomaba, para beber roció, para beber aroma; el árbol del bosque daba la sensación de que se le salía cantando el corazón.

Infame - Poesía-

  

¿Que yo perdone la traición? ¡Jamás! Aquel nauseabundo huésped eterno de tu pecho ingrato; si alguna vez en tú amoroso trato me hubieses dicho una verdad siquiera, tan sólo por lástima de aquel ingenuo.

¿Que Yo perdone la Infamia? ¡Jamás!  

Todos los bienes y el título que te di, con trabajo y trayectoria sensata y honesta, sumado el noble arranque de mi edad primaveral ¡Oh, Dios!  ¡Pido al cielo que, en cambio de tú calma, te de mí pena! Y de tú pecho herido, llore con sangre de vergüenza.

¡A los cielos venganza pido! De estos males que sentí en mi alma ¡Y tú perversa, nunca lo has tenido!

¿Que si puedo festejar una muerte? ¡Si puedo! La más Infame y deshonrosa vida ¡Ojalá Yo fuera tan venturoso! Para admirar tú partida.

Noche Gótica

  

En aquella noche gótica, en esa en especial; en las altas horas de la noche tranquila, el teclado sonoro notas musicales arranca, cruzando el espacio nocturno la negra sombra va avanza, filtrado por la ventana y sus rayos de Luna; que trazan luces largas sobre la alfombra, y en las alas de las notas musicales en otros espacios vaga mis pensamientos sobre los mares, y luego las montañas, hasta el gótico castillo, por donde en las piedras musgosas crecen las yedras; y cuando en los espacios de la noche cierra, vi tus dos ojos brillar incandescente, en la bruma del Universo, era tú espíritu inquieto; y en el fuego de tú estancia los dos nos miramos y sonreímos  ¡Por Castilla! Mientras que el viento afuera suspira y llora. Luego bajaste entre las montañas y te deslizaste entre las aguas con tú nave nodriza para terminar con la mirada perdida entre la espuma Del Mar.

 ¡Como tendéis las alas, ensueños vanos, cuando sobre las teclas vuelan sus manos!