Ulises sabía muy bien que no tenía mucho tiempo para su venganza, antes que algún miembro de la policía tomara el caso del asesinato de Douglas y empezará las investigaciones junto con la vigilancia continua para los posibles sospechosos; pero Ulises tenía todo muy bien calculado, ya que contaba con un amigo de mucha confianza en el cuerpo policial, le dijo a Ulises que si quería vengarse éste era el mejor momento, ya que la oficina policial tenía muchos casos sin resolver por el aumento de homicidios y la falta de personal capacitada, cuando llegaba un nuevo caso tenía que esperar hasta tres meses para que algún oficial le asignaran el caso. Con respecto a Carlos, él tenía las sospechas de que Ulises había cobrado venganza al asesinar a su hermano, pero no hubo repercusiones de una contra venganza, simplemente dejo las cosas tal como pasaron, Carlos pensó que ya estaban a mano, un hermano por otro hermano, pero ése no era los pensamientos de Ulises, él quería la cabeza de la persona que le había quitado la vida a su hermano Felipe, y con respecto a su ex - cuñada, no sabía que pensar o decidir, si cobrar venganza también.
Ulises tenía una semana después de haber asesinado a Douglas, y estaba pisándole los talones a su otro hermano Carlos; él estaba en un parque popular de la zona sentado en una banca y mirando su reloj, como si estuviera esperando a alguien; Ulises estaba sentado en su automóvil a una distancia bastante prudente, mirando con unos binoculares cuando vio a Pamela que se iba acercando dónde se encontraba Carlos, Ulises no podía creer lo que estaba pasando, según él y muchas personas sabían que supuestamente ésa relación mezquina por la cual había perdido la vida su hermano se había acabado ya hace mucho tiempo. Cuando Carlos vio a Pamela, se le dibujó una gran sonrisa y se levantó de la banca, dirigiéndose hacía Pamela, la abrazo y la beso como lo hacen los amantes, ambos estaban felices en verse, aunque Pamela no sabía que no sólo se acostaba con su viejo amante, sino que también con el asesino de su esposo.
Para Ulises el asesinato de su hermano había sido confabulado por ellos, no tenía ninguna duda. Era de noche y en la casa de Carlos estaban los dos amantes, dispuestos a disfrutar otra noche de pasión y lujuria, Ulises estaba mirando a escondidas por una de las ventana a la pareja que se disponían amarse una vez más; en lo que era afuera de la vivienda había mucha oscuridad y la vivienda quedaba bastante aislada con respecto a las otras viviendas, perfecto para cobrarse la venganza que ya su odio estaba en su máxima locura. Ulises pudo ver que ambos amantes entraron a la habitación, él sabía que la puerta trasera de la casa la mantenían con un cerrojo fácil de quitar para Ulises; entró a la casa sin hacer ruido con el arma de fuego en su mano derecha y en la izquierda el puñal de caza, se iba deslizando a paso lento con su espalda en la pared del pasillo que conectaba a la habitación, vio que la puerta estaba semiabierta y escuchaba los quejidos de Pamela gozando de placer, Ulises miró de reojo y pudo constatar que ambos estaban desnudos sobre la cama, Pamela estaba sobre el cuerpo de Carlos sentada con las rodillas flexionadas y moviéndose como ella lo sabía hacer.... Pamela sintió en esos momentos de lujuria que algo o alguien estaba detrás de ella y voltio su rostro con rapidez para cerciorarse, pero sólo vio un puño a toda velocidad en dirección de su rostro, Pamela sintió el impacto del golpe y cayó desmayada sobre el piso a un lado de la cama, cuando Carlos quiso reaccionar para saber que era lo que pasaba, sólo vio el cañón de una enorme arma apuntando a su rostro, y el rostro endemoniado de Ulises - Que quieres de mí? Le preguntaba Carlos muy angustiado - Venganza!!! respondía Ulises con odio - pero sí ya asesinaste a mi hermano, creo que está saldada las cuentas, le decía Carlos muy nervioso - eso sólo fue para saber la verdad, como hermano eres la peor basura, le decía Ulises - Y que ganaras con matarme? A caso tu hermano volverá a la vida? le preguntaba Carlos con desafío - Tal vez nunca regrese a la vida, solo lo hago por dos motivos, el primero para tener mi alma tranquila de que hice justicia porque en este mundo no cabemos los dos, y la segunda para sacarte de circulación ante la sociedad, para que no vuelvas hacerle daño a otra persona y su familiares, le contestó Ulises - con mucha rapidez Ulises se le acercó con brusquedad a Carlos y le introdujo el puñal en sus genitales... Carlos abrió su boca a su máxima expresión junto con sus ojos, se quedó sin aliento, no podía creer lo que le estaba pasando, Ulises se alejó de Carlos con la arma en la mano y el puñal insertado en los genitales de Carlos; Ulises le hizo tres disparos sobre su rostro dejándolo destrozado, al escuchar las detonaciones Pamela se despertó aturdida sobre el piso, vio el revólver y el rostro endemoniado de Ulises, Pamela sintió que tres impacto de bala entraban en su pecho destrozándole el corazón......
Ulises nunca fue juzgado por sus crímenes, pues sus amigos más allegado jamás lo delataron, ni traicionaros con las autoridades, para ellos era cosa de saldar cuentas ya que la policía no pudo juzgar al culpable; aunque ellos fueron amenazados por la policía por encubrimientos, ellos no les importo, se volvieron tan herméticos que ni con sus propios familiares hablaron sobre lo que hizo Ulises. Ulises lleva una vida normal con su nuevo hogar, una buena esposa, una hija que lleva el nombre de su madre y dos hijos varones, uno lleva el nombre de su padre y el otro de su hermano Felipe.
El automóvil frenó bruscamente enfrente de la vivienda, de el salio Ulises con una mirada asesina y dispuesto a todo, en su mano derecha llevaba un revólver semiautomático de gran calibre, era el momento de dar la primera estocada; Ulises había monitoreado a los dos hermanos por dos meses, de día y de noche, sabía muy bien cuales eran las rutinas de cada hermano, siempre escondido y en silencio, como un animal de caza solo esperando el momento oportuno para saltar sobre la presa. Para suerte de Ulises, los dos hermanos se habían mudado en otro lugar que era semi rural, así que no le costó mucho habituarse como era la vida allí, de ellos y sus vecinos; Ulises había hablado de cobrar venganza con sus amistades más allegadas, aunque ellos no eran participe de tal venganza pero estaban de su lado, pues la última palabra la tenía Ulises; habían platicado que en todo caso, si alguien sabía la verdad ese seria Duglas el hermano menor de Carlos, si Ulises lo hacía hablar era posible que le dijera toda la verdad sobre el asesinato de su hermano Felipe, y un trabajador del restaurante que tenía un gran amistad y aprecio a Ulises, le consiguió armas y municiones en el mercado negro del tráfico de armas, así que aunque encontraran el arma no le servía de mucho a las autoridades pues lo mas seguro que el propio dueño de las armas hubiera reportado como robada. Ulises toco el timbre de la casa donde sólo Duglas se encontraba, su hermano Carlos estaba en su trabajo: Duglas abrió la puerta de su casa y no podía creer que enfrente de él estaba Ulises con una mirada asesina y un arma de fuego en su mano derecha apuntando el suelo, un claro mensaje de desafío, la primera reacción de Duglas fue cerrar la puerta, pero Ulises estaba a un paso de sus acciones, le antepuso su pie a la puerta funcionando como una cuña imposible de cerrar, Duglas decidió no perder mas su tiempo y salio corriendo sobre la sala, pero detrás venía Ulises sin ninguna clase de piedad hacia Duglas, abrió rápidamente la ventana de la sala sacando medio cuerpo listo para tirarse hacia afuera, pero en eso se escuchó una detonación y la bala le quebró dos costillas sobre su costado, Duglas grito de dolor y se llevó su mano temblorosa sobre su herida mortal, en eso sintió un fuerte tirón sobre sus cabellos que lo metía de regreso a la casa, era Ulises lo llevaba arrastrándolo directo al sótano, con sus guantes de cueros para no dejar huellas en la escena del crimen que pronto ocurriría; lo bajo al sótano y lo tiró con fuerza sobre el piso, cerró la puerta y encendió unas luces opacas que allí habían, Ulises se le acercó a Duglas diciéndole con todo el desprecio del mundo: escúchame bien mal nacido, vas a morir porque de esta no saldrás vivo, pero podrás decidir morir de dos maneras, una es de inmediato que es la que mas te recomiendo y la otra poco a poco, que por cierto, no te lo aconsejaría, pero todo depende de ti - Que quieres de mi? le preguntaba Duglas - Ulises apuntando con su arma le dijo: quiero saber toda la verdad, quiero saber quien mato a mi hermano Felipe - lógicamente la primera reacción de Duglas fue decirle: No lo se? Ulises le dio un puntapié en su costado, donde tenía la perforación de bala y sus dos costillas rotas, Duglas gritaba de dolor revolcándose sobre el piso, Ulises le sujetó una de sus manos con su bota contraminando la sobre el piso y de inmediato le disparó destrozándole la mano a Duglas; sentía un zumbido ensordecedor dentro de sus oídos y un dolor que le desgarraba su alma de su cuerpo, sentía que se desmayaría en cualquier momento, miraba como en cámara lenta el rostro lleno de furia de Ulises salpicado de su sangre, estaba presenciando una verdadera carnicería de su mismo cuerpo y todo por defender y proteger a su hermano delincuente, en eso miro que Ulises sacó un cuchillo de caza, se miraba muy bien afilado y enorme, escuchaba que Ulises le gritaba: pues ustedes se creen muy hombres porque se pueden acostar y hacerle el amor a cualquier mujer que deseen, pues les quitare sus hombrías, Duglas sentía que le estaban rompiendo la bragueta de su pantalón, sabía muy bien lo que haría Ulises, pero no se podía defender con una herida en su costado y una mano destrozada, ese maldito zumbido lo estaba volviendo loco y el dolor ni hablar... con su mirada casi perdida una voz de un moribundo le decía en voz baja a Ulises: Si mi hermano mayor mato a Felipe, yo hice una coartada para que no enjuiciaran a mi hermano, pero yo no sabía nada de lo que estaba tramando mi hermano hasta que asesino a tu hermano, ahora acaba conmigo de una vez... Duglas miró en cámara lenta como Ulises alzaba el arma sobre su rostro, escuchó la última detonación, vio que del cañón del arma salió una bala a toda velocidad...........
Los días mas difíciles y confusos de su vida hasta hoy, era lo que esta viviendo en esos momentos Ulises, era un torbellino de sentimientos buenos, malos y tristes, su salud mental se estaba deteriorando día con día, no tenia sosiego ni de noche ni de día; su alma estaba intranquila por lo que le estaba tocando vivir, porque si bien es cierto que es doloroso perder un ser querido, ya sea por muerte natural o un accidente, pero por un asesinato? era algo que Ulises no podía asimilar y mucho menos aceptar, a pesar de sus corta edad, a Ulises le estaba tocando vivir y tomar decisiones como todo un hombre maduro y con muchos conflictos sentimentales; cuando recordaba a su familia y especial a su hermano Felipe era total felicidad, cuando recordaba que ya ninguno estaba con él, se sentía triste y se ponía a llorar, cuando recordaba como habían asesinado a su hermano Felipe, se sentía con odio desmedido y con ganas de venganza; en muchos casos similar al de Ulises, por lo general el hermano menor desaparece del lugar o ciudad donde a pasado todo eso, mas por miedo que por una no aceptación, pero lo que le estaba pasando a Ulises era todo lo contrario, mas cuando por casualidad se encontraba con esos dos mal nacidos de Carlos y Duglas, cuando Ulises pasaba por alto, ellos murmuraban y se echaban a reír, Ulises sentía como si le estuvieran escupiendo el rostro, y pensar que uno de ellos asesino a mi hermano... pensaba Ulises; nadie podía describir lo que estaba sintiendo Ulises, sino lo había vivido eso con anterioridad y en carne propia.
Había pasado tres meses cuando Ulises se enteró que el caso de su hermano estaba archivado; eran días de sosiego, frustración e indecisión, como ya se le había hecho costumbre estaba bebiendo licor, tal vez así olvidaba un poco tanta zozobra ahogándose en el alcohol, pero el efecto era todo lo contrario por tanto odio que albergaba en su alma; Ulises estaba sentado en su sofá favorito con su brazo derecho salido del sofá y en su mano una copa de coñac, observaba el álbum de fotografías familiares estaba sobre una pequeña mesa de noche a una distancia de siete pasos, se levantó y lo fue a tomar, se quedó mirando por la ventana de la sala y ya había oscurecido, al fondo sobre las nubes se miraba que estaba saliendo relámpagos, un aviso que una tormenta eléctrica se avecinaba, miró la botella de coñac a medio diluir, la tomó y fue por las llaves de su automóvil saliendo de lo que quedaba de su hogar, subiéndose a su automóvil arrancó, encendiendo las luces y se dirigió al panteón dónde estaba los restos de su hermano. Ya en el lugar estacionó su automóvil apagando las luces, salió de el con botella en una mano y la otra el álbum de fotografías, miró al cielo y todavía habían relámpagos muy lejos de allí, se fijo que la iluminación del panteón era escasa pero lo suficiente para ir en busca del nicho dónde se encontraba su hermano, haya iba Ulises caminando lerdo con su alma marchita.... Encontró el nicho dónde descansaba los restos de su hermano, le había comprado una hermosa lápida de mármol, se leía el nombre completo de su hermano con la fecha de su nacimiento y la fecha de su asesinato, había grabado unas palabras que Ulises había pedido para recordarlo: "Aquí yace los restos de mi hermano y mi segundo padre, que siempre lo llevaré en mi corazón, con seguridad nos veremos en la otra vida y esta vez nadie nos podrá separar". Ulises se sentó sobré su tumba que también estaba forrada de mármol, se llevó la botella de coñac a sus labios y le dio un buen trago, lo sintió fuerte y amargo a la misma vez; Ulises empezó hablar sobre la tumba de su hermano como si él estuviera vivo todavía : perdona hermano por venir en este estado de embriaguez, yo se que a ti no te gusta que yo beba (Ulises suspiraba) pero ya no soporto esta soledad, impotencia y rencor que traigo en el alma - Ulises hizo una pausa y se bebió otro trago- creo que ya éstas enterado que tu caso esta archivado, eso quiere decir que tú crimen quedará en la impunidad - Ulises miraba al cielo, los relámpagos eran más frecuentes- ya a nadie le importa tú asesinato mi querido hermano, sólo a mí; sabes algo? Nunca te di las gracias por haberme cuidado cuando nuestros padres murieron en aquél horrible accidente - Ulises estaba llorando y se secaba sus lágrimas con sus manos- aunque se que nunca te di las gracias, pero tu sabes que lo hice, siempre te hice caso en todo, te amé como mi segundo padre y nunca te falté el respeto, aún cuando me castigabas por portarme
mal o hacer algunas travesuras - Ulises seguía llorando y se tomó otro trago- mira hermano he traído el álbum familiar, siempre lo miro para recordar nuestros mejores momentos - Ulises abrió el álbum familiar- aquí estamos con nuestros padres, que momentos tan bueno fueron ésos, aquí estamos en playa dónde casi me ahogo y tú me salvasteis, recuerdas está fotografía hermano cuando eramos chicos y con nuestros amigos del barrio jugábamos a volar cometas de papel crespón - a Ulises se le dibujaba una hermosa sonrisa al ver todas ésas fotografías mostrándosela a su hermano en frente de la lápida, aunque todavía tenía lágrimas en sus ojos, era una mezcla de alegría y dolor al mismo tiempo, pero en eso caían la lluvia y su alma se puso triste, se tomó otro trago y ya no pudo soportar más : por que se fueron todos!!! gritaba Ulises, porque, porque, porque!!! Ulises gritaba como un loco, en su mirada se notaba su ira y una sed enorme de venganza: yo se que lo que voy hacer tú me lo reprocharías, pero será la primera vez que no te haré caso hermano!!! Si nuestras autoridades no me dan justicia, yo la tomaré con mis propias manos!!! Vengaré tú muerte hermano!!! Aunque sea lo último que haga en está vida!!!!
Transcurrió un año del asesinato de Felipe y el investigador policial que estaba al cargo del caso le dio la mala noticia a Ulises, que el caso sería archivado por orden de sus superiores, esto significaba que el caso del asesinato de su hermano estaba en un punto muerto, no tenían más pista ni posibles sospechosos, quería decir que ningún investigador le iba a dar seguimiento a ése caso, al menos que surgiera algo que valiera la pena para reabrir nuevamente el caso; Ulises salió de la estación de la policía derrotado y con su cabeza agachada, se montó en su automóvil y se dirigió a su casa, no quiso regresar a su negocio era muy malas noticias y necesitaba estar solo, pasó comprando algunas cervezas en una tienda de abarrotes y se fue directo a casa.
Ulises estaba bebiendo su tercera cerveza, cuando tomó el álbum familiar y allí estaban los que eran su familia su: padre, madre y su hermano Felipe; cada vez que veía las fotografías, a Ulises se le dibujaba una gran sonrisa en sus labios, miraba que en esos momentos todo era felicidad, cada uno de los miembros de su familia tenían sus mejores sonrisas, pero cuando Ulises recordaba que ninguno de ellos estaban vivos, se echaba a llorar inconsolable, no acepta su vida sin ninguno de ellos. En eso se puso a divagar sobre el caso de su hermano asesinado a sangre fría, como hacen los cobardes, que no le dan una oportunidad para enfrentarse como hacen los verdaderos hombres. Al principio del caso estaba en la lista de los sospechosos: Pamela, Carlos y el propio hermano Ulises, por aquello que quizás lo había hecho por quedarse con todo el dinero, propiedades y el negocio que ambos habían realizado, aunque a Ulises le molestaba mucho ser sospechoso de la muerte de su hermano, no le quedó otra que someterse a la investigación, pero demostró que él estaba libre de toda culpa, seguía la hoy viuda Pamela junto con su amante Carlos; pero investigaron intensamente a Pamela y no encontraron nada de peso que la podrían incriminar en el asesinato de su esposo Felipe, pero Ulises no creían en la inocencia de su ex - cuñada, para él, Pamela y su amante habían cometido el asesinato, tal vez Pamela nunca estuvo en el momento de los hechos, pero Ulises creía que Carlos había actuado por orden de Pamela; en todo caso Ulises estaba muy equivocado con respecto a Pamela, ella no sabía nada de esa conspiración, ni mucho menos sabía que su amante lo había hecho; tal vez Ulises llegó a esa conclusión porque tres meses después, del asesinato de Felipe, Pamela interpuso una demanda para que le dieran los bienes y dinero que le correspondía de Felipe, como un esposa legítima de él, su ex - cuñado, Ulises tomó un abogado para pelear ese caso, pero todo le favorecía a Ulises el hermano, porque según la ley, a la esposa solo le corresponde de todo lo que han comprado o adquirido del día que se casaron hasta su muerte o divorcio, lo que Felipe hizo antes de que casara le correspondía a su hermano Ulises por ley; lo único que le quedó a Pamela de todo eso fue un automóvil deportivo que Felipe le compró en uno de sus cumpleaños. Ulises sospechaba que detrás de todo estaba el dinero y las propiedades, que tanto sacrificios les había costado a sus padres y ambos hermanos.
Pero la policía tenía en la mira al amante de Pamela, Carlos, porque ya tenía antecedentes criminales y el acoso por lo cual lo demandaron sus dos ex- novias, haciendo de él, el candidato idóneo para poderlo procesar por el asesinato de Felipe, pero tenía una buena coartada, su hermano Duglas testificó ante los investigadores que el día y la hora del crimen, su hermano estaba en casa junto con él; algo que era mentira, su hermano Carlos llegó ese día a la casa muy nervioso y despertó a su hermano, le confesó que acababa de asesinar a Felipe, y necesitaba de él para tener una coartada cuando la policía llegara para tomarle declaraciones, porque él muy bien sabía que sería uno de los principales sospechosos. No encontraron arma homicida, ya que Carlos la supo desaparecer, aunque la hubieran hallado no tenían nada sólido para acusarlos, ya que Carlos la compro en el mercado negro de arma juntos a las municiones, son de esas armas que han sido robadas a los propios dueños y tienen el reporte de robo, pero a ciencia cierta nunca se sabe quién la tiene o quien la ha utilizado; pasó la prueba del detector de mentiras, como un buen criminal sabía muy bien cómo evadirlo; prácticamente la policía solo tenía presunciones para acusar a Carlos, pero ellos sabían que eso no era nada delante de juez, y el caso sería desestimado, el robo también se descarto ya que en el momento del asesinato Felipe tenía todas sus prendas de valor y dinero en efectivo; la policía tenía las manos atadas y para ellos todo ese caso era una verdadera pérdida de tiempo y recursos humanos. Pero para Ulises era todo diferente ya que era su hermano y el único familiar que le quedaba, se sentía impotente, frustrado, con mucho odio en su corazón, porque no se le podía hacer justicia por la muerte de Felipe, Ulises pensaba en vengarse de su ex-cuñada, pero a la misma vez se detenía a pensar, que si se equivocaba de persona, sería un cargo que conciencia que no podría con el mismo ya que podía asesinar a una persona inocente, pero lo cierto era que entre más días pasaba, su ansiedad y odio crecía día con día....
Fueron cinco disparos que se escucharon altas horas de la noche, los vecinos que vivían dónde se produjo las detonaciones despertaron con el alma en un hilo, sentían como si a ellos mismos les habían disparado, se levantaron del perturbado sueño después de haber escuchado los chillidos de los neumáticos que salía a toda velocidad de su barrio, aunque sólo miraron las luces traseras del vehículo sin poder identificar color, modelo o marca del automóvil, ni mucho menos el número de matrícula; pero si vieron el otro vehículo que estaba haciendo el alto con las luces encendidas, pero el que lo conducía estaba recostado sobre el timón y el parabrisas estaba manchado con mucha sangre, los vecinos se alarmaron y de inmediato llamaron a la policía y una ambulancia
El oficial Diaz fue el primero en llegar a la escena del crimen, en sus doce años de carrera policial jamás había visto lo que estaba por presenciar.... lentamente se acercó con su patrulla policial donde estaba el vehículo en mención, cuando vio al conductor recostado sobre el timón y el parabrisas salpicado de sangre, no dudo en salir corriendo para darle auxilio al necesitado, sin dudas le habían disparado solo esperaba que siguiera con vida mientras llegaba la ambulancia; abrió la puerta del vehículo y le tomó el pulso aún lado del cuello pero no sintió pulso alguno, con sus manos le tomó la cabeza para girarlo, tal vez seguía respirando y poderlo identificar, pero cuando vio que no tenía rostro alguno se asustó y lo soltó, su cabeza echó para atrás y sólo mostraba una molienda de carne, cartílagos, huesos fracturados y mucha sangre, no tenía rostro alguno, ni ojos, ni nariz, nada que se pudiera reconocer; el oficial Díaz al ver como se habían ensañado con ése tipo se horrorizó, no podía más, salió corriendo del automóvil para alejarse de ése lugar, pero de inmediato se le doblaron las rodillas y con sus dos manos sobre el pavimento se puso a vomitar, eran algo tan horrendo que su estómago no lo pudo soportar.
Sonó el teléfono, Ulises estaba dormido, era un mal presagio pensó: pues nadie llamaría a tan altas horas si no es una mala noticia, Ulises levantó el auricular: diga!! contestó Ulises - soy el oficial Diaz, usted es el hermano del señor Felipe? - así es señor oficial, hay algún problema? - necesitamos que venga a la esquina de la avenida 52 y calle los cipreses de éste mismo barrio, es urgente - señor oficial le a pasado algo a mi hermano? preguntó Ulises muy alarmado - no le puedo dar mayor detalles por teléfono, necesito que venga inmediatamente. Ulises se vistió apresurado y salió directo a la dirección que él muy bien conocía; cuando llegó al lugar vio muchas patrullas con sus luces que destellaban en todas partes, habían cordones de listón amarillos que decía no pasar, muchos metros a la redonda dónde estaba el vehículo de su hermano que lo distinguió a lo lejos, Ulises se bajó de su vehículo y fue rápidamente dónde estaba los oficiales, lo primero que pensó fue que quizás su hermano había tenido un accidente automovilístico, el oficial Diaz vio que venia un sujeto a toda velocidad dónde estaban ellos y con cara de preocupación, le dijo a los otros oficiales: creo que el que viene es el hermano... El oficial Diaz lo saludo con la mano y le dijo: usted es Ulises el hermano de Felipe? - así es señor oficial, le pasó algo a mi hermano? - perdone que sea yo quien le de una mala noticia, su hermano a sido asesinado en esa esquina cuando hacia el alto. Ulises se llevó sus dos manos tomándose los cabellos, en esos instantes sentía que no estuviera allí, como si flotara por los aires y que todo estaba sucediendo en cámara lenta, cuando logró asimilar un poco la situación gritó en repetidas ocasiones: No, No, No!!!! El oficial trató de tranquilizarlo, aunque no sabía como se siente perder un hermano y menos bajo esas circunstancias, lo trató de comprenderlo; Ulises con lágrimas en los ojos y su voz que le temblaba por tal noticia, le preguntó al oficial: puedo ver a mi hermano? - el oficial Diaz hizo una mueca de negación primero y luego le dijo: será mejor que no lo vea, lo siento mucho pero por los impactos de las balas su rostro quedó desfigurado, es mejor que no lo vea así, será mejor que lo recuerde tal como era antes de esta noche, sólo queremos que nos colabore para darnos una muestra de saliva para corroborar el ADN, para estar 100% seguro que es él, es el procedimiento - capturaron al que le hizo esto a mi hermano? - las investigaciones apenas están comenzando, no tenemos testigos, los vecinos sólo escucharon las detonaciones del arma y un vehículo que se alejaba a toda velocidad pero iba muy lejos cuando los vecinos se percataron de los hechos, no hay identificación del sospechoso ni del otro vehículo. El oficial le dijo a Ulises que esperara allí, que iba por los instrumentos para tomarle la muestra de saliva y sería llevado a la delegación policial para interrogarlo, tal vez es le podría dar algunas pistas a la policía para comenzar con las investigaciones del caso; Ulises se quedó llorando amargamente por la muerte de su hermano, quería que atraparan al responsable y que se le hiciera justicia, pero en sus adentros pensaba con odio: esa maldita zorra....