¡El miedo es demasiado real!¡Oh, es demasiado! No deja mostrar mi alma; esta en mi mente, no me deja mostrarme.
A veces miro algo que quizás no existe ¡Es aterrador! Escucho muchas voces que no logro entender, eso me enoja mucho, tal vez alguien me pueda comprender, me siento sólo y aturdido, necesito paz y tranquilidad. Me enojo conmigo mismo por no poder entender a las personas, pero no puedo expresar eso.
Paro de pensar y miro los árboles con sus verdes hojas, lo juro que no has visto un verde tan vivo como yo miro ¿Has palpados sus troncos? No creo como yo los palpos. Que manía tengo en estar en el fondo de las cosas.
Al mirar el paisaje, la borrosa tristeza, y sentir de mi alma la sorda pena oscura; pienso, a veces, si esta dolorosa amargura surge de mí, o del seno de la Naturaleza.
¡Siempre aparece el miedo! Se alimenta de mí y me dejo llevar ¿Por qué las emociones son tan vivas en mí? No quiero hablar con nadie, estoy tan triste por no poder superarlo. A veces sólo necesito un abrazo, pero no te lo puedo decir.
A medida sobre los valles anocechecen, todo se va borrando, todo desaparece; y en medio de este escuro silencio, de esta calma; ya no se si la sombra del miedo me invade. Oh, alma mía! Ya no dejes que se muestre.