El amor llegó y porque no decirlo, la familia también
Tal vez si hubiera sido en otros tiempos fuera motivado por la felicidad y prosperidad
Ahora el tiempo es tan frágil, sus minutos y sus horas
Me decían ¡no te arriesgues!
Pero cuando miraba los rostros de mí familia, palidecía
¿Que más opción puedo tener?
¿A caso no hay amor más grande quién entrega su propia vida?
Y allí estábamos todos,con nuestros rostros fúnebres y de incertidumbre
En el lugar y la hora indicada, llegando a nuestros corazones lenguas ardientes de fuego, cargadas de plaga y muerte...
Y pensar que ahora la amistad, el compañerismo de trabajo y cualquier muestra de afecto, sería nuestro peor enemigo
En el umbral de un tiempo, que ya no es tuyo y no es ya el mio
sobre el ultimo peldaño, de las gradas de nuestro sustento
que ninguno de nosotros podrá decir si bajas o subes
tomo mi automóvil y en la oscura calle llena de espesas y grandes luciérnagas, miro a lo alto de la oscura noche y veo una menguante
Luna, testigo de mi desesperación y zozobra, le preguntaba:
¿Estaré llevando el virus 🦠 a mi hogar?
¿Lo llevaré adherido en mi ropa, en mis manos, en mis brazos o en el peor de los casos, dentro de mí?
¿Estaré llevando la muerte a mis hijos, a mi esposa?
Recordando mi recién pasado, pasaba un listado mental si había cumplido a cabalidad todas las normas sanitarias
Me preocupación era más palpable cuando me quedaba pocas millas para arribar a mi hogar...
Con mis ropas desceñidas al bote de la basura, y con mi espalda desnuda me daba una ducha despiadada, como queriendo quitar algún demonio dentro de mí
Por el vidrio empañado miraba a mi esposa dormida y en la otra habitación, el susurrar de mis pequeños hijos
En esos instantes me sentía como el emisario de la muerte
Un calvario interno vivido cada vez que iba a buscar el sustento para mi familia..